A veces me pegunto, qué diferente hubiera sido todo, de haber tenido una adolescencia normal. Tuve un carácter difícil y peleón, metiendo en graves aprietos a mi familia, sobretodo a Grace que era quién daba la cara por mi. También Mia lo pasaba mal, ya que sus amigos se metían conmigo y ella, siendo más pequeña, no tenía argumentos con que defenderme.
Era un árbol torcido de difícil dirección. Estaba en constante pelea con la humanidad y hasta conmigo mismo. Me parecía injusto haber sido tan maltratado desde mi mas corta edad ¿ por qué ? ¿ Por qué a veces la felicidad se distribuye por algunas personas y otras son olvidados? Me hacía miles de preguntas, y no sólo no hallaba la respuesta, sino que aún me enfurecía más.
Debería haber sido un niño normal, con una madre normal, llevando una vida normal. Pero a cambio de eso tuve una madre enferma, maltrato físico y hambre mucha hambre. Después llegó ella, la persona que me enseñó algunos placeres de la vida, y comprendí de golpe que tenía poder, a pesar de mi corta edad. Un poder absoluto de seducción, y que conseguiría de ella, y por tanto de las mujeres, todo cuanto placer ambicionara.
Ella era exquisita, pero también algo enfermiza con el sexo, con un tipo de sexo del que nunca había escuchado hablar. Me hablaba susurrando a mi oido, mientras recobrábamos el aliento, de que era un chico malo y que por eso me castigaba. Los castigos eran muy fuertes, pero la recompensa por ellos me transportaban a otro mundo. Un mundo del que regresaba para volver a escapar al día siguiente cuando volvía a encontrarme con ella.
Era un infierno y el paraiso. ¿ Siempre sería así ? ¿ Por qué si era tan placentero teníamos que guardarlo en secreto ? Me hice esa reflexión miles de veces, y sólo encontraba una respuesta: está casada y tu eres un crio, por eso tenemos que ocultarlo. Y pasó el tiempo, seis años de mi vida en que adquirí poder y experiencia, pero también me encerré en mi mundo. Un mundo que yo mismo construí a mi modo, para mi placer, para que nadie más entrar en él
Fue un raro despertar a la vida, extraña la forma en que me hice hombre. Todo era extraño en mi vida, hasta mi propia niñez. Cuando iba al parque veía a otros niños hablar de su papa ¿ quién fue mi papá? ¿ Por qué no está con nosotros ? Yo no tengo papa, sólo mami. No necesito papa, pero si a mami que me dé la comida, pero no me la da y tengo hambre, mucha hambre ( 1996rosafermu )
Era un árbol torcido de difícil dirección. Estaba en constante pelea con la humanidad y hasta conmigo mismo. Me parecía injusto haber sido tan maltratado desde mi mas corta edad ¿ por qué ? ¿ Por qué a veces la felicidad se distribuye por algunas personas y otras son olvidados? Me hacía miles de preguntas, y no sólo no hallaba la respuesta, sino que aún me enfurecía más.
Debería haber sido un niño normal, con una madre normal, llevando una vida normal. Pero a cambio de eso tuve una madre enferma, maltrato físico y hambre mucha hambre. Después llegó ella, la persona que me enseñó algunos placeres de la vida, y comprendí de golpe que tenía poder, a pesar de mi corta edad. Un poder absoluto de seducción, y que conseguiría de ella, y por tanto de las mujeres, todo cuanto placer ambicionara.
Ella era exquisita, pero también algo enfermiza con el sexo, con un tipo de sexo del que nunca había escuchado hablar. Me hablaba susurrando a mi oido, mientras recobrábamos el aliento, de que era un chico malo y que por eso me castigaba. Los castigos eran muy fuertes, pero la recompensa por ellos me transportaban a otro mundo. Un mundo del que regresaba para volver a escapar al día siguiente cuando volvía a encontrarme con ella.
Era un infierno y el paraiso. ¿ Siempre sería así ? ¿ Por qué si era tan placentero teníamos que guardarlo en secreto ? Me hice esa reflexión miles de veces, y sólo encontraba una respuesta: está casada y tu eres un crio, por eso tenemos que ocultarlo. Y pasó el tiempo, seis años de mi vida en que adquirí poder y experiencia, pero también me encerré en mi mundo. Un mundo que yo mismo construí a mi modo, para mi placer, para que nadie más entrar en él
Fue un raro despertar a la vida, extraña la forma en que me hice hombre. Todo era extraño en mi vida, hasta mi propia niñez. Cuando iba al parque veía a otros niños hablar de su papa ¿ quién fue mi papá? ¿ Por qué no está con nosotros ? Yo no tengo papa, sólo mami. No necesito papa, pero si a mami que me dé la comida, pero no me la da y tengo hambre, mucha hambre ( 1996rosafermu )
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