Quedamos en Canlis a las ocho de la tarde. Siempre acostumbro a llegar antes de la hora citada, máxime si es con una dama..., con Elena. . Me he comunicado con Anastasia; estaba contenta. se iba de cena con su madre y padrastro
- Yo también saldré a cenar con una amiga
- ¿ Con una amiga ? ¿ Con... ?
-Si, Anastasia, con ella. He de consultarla algo
- Está bien. Es tu derecho, es tu amiga y tu vida, al fin y al cabo yo no soy más que tu amante
-¿ Mi amante ? No eres mi amante en el sentido que le das. ¿ Por qué te enfadas? Es sólo una amiga y desde hace mucho no tenemos ninguna otra conexión. Somos socios; tenemos que discutir sobre el negocio.
-Está bien. No tienes que darme explicaciones. Tengo que irme: Que te vaya bien en la cena.
¡Vaya por Dios, se ha enfadado ! ¿ Por qué no soporta a Elena?, ni siquiera la conoce. No entiende que la debo mucho y que siempre me ha atendido en cuantas dudas deseara consultarla. Nunca pensé encontrarme con este dilema. Nunca me ha ocurrido que se enfrentara mi vida pasada a la futura ¿ futura ? Lo tienes mal Grey, pero al menos con la actual. Cuando regrese trataré de hablar con ella a ver si llegamos a un acuerdo respecto a Elena.
Ella suele ser puntual, y efectivamente, a las ocho y un minuto entra buscando la mesa que siempre reservamos. Las miradas de algunos hombres la siguen. Está espléndida, atractiva y segura de su encanto que la permite juguetear con los admiradores. Pedimos sendas copas de vino e inicio la conversación peguntándola por el negocio, y la reforma que está emprendiendo en un local nuevo que hemos adquirido para nuestra sociedad. La impaciencia me consume, así que sin más preámbulos voy derecho a lo que ha motivado nuestra cita.
- Te noto preocupado ¿ Te ocurre algo ? - me pregunta mientras aprieta mi mano
- Verás. Ocurrirme, ocurrirme... he conocido a una chica, no a una sumisa, al menos de momento, porque lo que pretendo es que lo sea, pero no pertenece a nuestro mundo. Es una joven inexperta que me hizo una entrevista para la Universidad y desde entonces me tiene obsesionado. No se si es porque es distinta a todas las chicas con las que he tratado, o qué. Me tiene fascinado. Cuando la vi, no sé qué es lo que me atrajo de ella, porque la verdad es que iba vestida vulgarmente, sin orden en la ropa ni en los colores y además al entrar en mi despacho, se cayó de bruces, con lo que puedes imaginarte la comicidad de lo sucedido. Pero...
- Pero ¿qué Christian ? No te detengas ahora, me tienes en ascuas
.-Me miró de una forma extraña con unos ojos claros, transparentes como el mismo mar, como queriendo desnudar mi alma. Y entonces me reté a mi mismo que la conocería mejor y trataría de hacerla sumisa.
- Bueno, eso es lo que quieres. ¿ Lo vas consiguiendo, la has vuelto a ver ?
- A ambas preguntas te respondo que si; pero tengo muchas dudas. La he presentado el contrato y las normas no las quiere aceptar. A regañadientes he conseguido que siga algunas, pero se muestra reticente respecto a ello.
- Déjala. Olvídate de ella, te traerá problemas. acude a la fuente de siempre. Saben a lo que van y lo que hacer. Te irá mejor. Hasta ahora no has tenido problemas.
-Si, pero... Todo eso me lo he dicho a mi mismo cientos de veces, pero el caso es que me gusta, me gusta muchísimo y yo a ella también. Es algo testaruda y tiene las ideas muy claras de lo que desea, y lo que quiere, no coincide, exactamente,con lo que quiero yo. Eso me hace estar inseguro, porque es algo que nunca se me había planteado; sabía exactamente lo qué hacer en cada momento. Pero lo de Anastasia es diferente. Me es difícil renunciar a ella. Está en Georgia: ha ido a visitar a su madre, y la echo de menos muchísimo. Y no sé explicar qué es lo que me pasa. Tú me conoces bien, y sabes mi actitud referente a las mujeres. No lo sé, Elena, lo que me está ocurriendo, pero sea lo que sea es la primera vez que me sucede.
- Christian ¡ Cómo no lo ves ! Nunca te ha pasado, porque nunca has estado enamorado. Si, si, es lo que te pasa: te has enamorado perdidamente de esa muchacha. Por cierto ¿ cómo se llama?
- Anastasia.¿ Dices que me he enamorado de ella ? ¿ Cómo ?
- Pues como todos. La ves, te gusta y tienes una cita. Es así como se forman las parejas. Hasta ahora no te habías cruzado con la chica que te hiciera tener mariposas en el estómago, pero alguna vez tendría que ser, y esa vez te acaba de llegar. Deduzco que, al menos, le has explicado lo que quieres de ella. Dices que ha viajado hasta Georgia para ver a su madre ¿ no habrá sido una excusa para alejarse de ti ? Si no pertenece a nuestro mundo, es posible que le hayas asustado y haya salido huyendo.
- No, no creo. Ella sabe que no le haré ningún daño
- No te fíes Christian. Eres un gran hombre de negocios, un amante extraordinario, pero eres un recién nacido en los afectos. Siempre te has reservado de cara al amor; nunca has permitido que nadie traspasara esa barrera, hasta ahora. Y te enamoras de una chica totalmente ajena al mundo que tu frecuentas y al que quieres que ella pertenezca. está muy claro: ha salido huyendo. ¿ Sabes lo que debes hacer para salir de dudas? Ve a buscarla, y verás que ella no piensa en volver contigo. De esta forma te desengañarás y será más fácil el olvido.
¿ Olvidarme de Anastasia ? Hoy por hoy, me parece imposible no volverla a ver. Dice que lo que me ocurre es que me he enamorado de ella, luego entonces... ¡ soy su novio !. Kate tenía razón. Y en el fondo esa certeza me tranquiliza más que las palabras de Elena. Ella no sabe la intensidad de nuestra relación, lo que sentimos ambos. Tomo una decisión
-Discúlpame, Elena. he de hacer una llamada urgente. Enseguida vuelvo.
Me levanto de la mesa y voy al fondo del restaurante, y me vuelvo de espaldas a Elena. No deseo que entienda lo que voy a hablar; conoce a la perfección el movimiento de mis labos.
-Taylor, por favor ponte en contacto con Stephan y di que prepare el avión rápidamente. Volamos a Georgia esta misma noche. Tu vendrás conmigo.
-Enseguida, señor. ¿ Cuántos días vamos a estar fuera? lo digo por la maleta
-Estaremos hasta el viernes. Pon algo cómodo, allí hace más calor y humedad que en el infierno
-¿ Voy a buscarle ?
- No es necesario. Salgo ahora mismo para casa. He de cambiarme de ropa, la que tengo puesta ahora es más incómoda para un viaje tan largo y para un lugar con tanto calor. En quince minutos estaré ahí. Arréglalo todo, Taylor, tengo mucho interés en ello.
-Descuide señor Grey. Ahora mismo lo gestiono todo..
Vuelvo con Elena y la digo que tenemos que despedirnos, que me ha surgido algo urgente que no tiene demora. Ni se imagina que voy a seguir sus consejos, pero no con la intención que ella cree, sino por todo lo contrario. Ni se me pasa por la cabeza dejar a Anastasia.
Hacemos una escala. El tiempo pasa lento y yo doy paseos de un lado para otro. Taylor ha ido a comprar revistas. Miro a mi alrededor. Hay poca gente en la sala del aeropuerto. Veo a una mujer muy atractiva que me mira descaradamente; conozco lo que significan esas miradas, y sonro para mi, al tiempo que me digo : " llegaste tarde nena, estoy pillado y tengo una novia preciosa a la que voy a buscar". Desde que Elena me descubrió la verdad de lo que siento por Anastasia, no hago más que repetirme "estoy enamorado, estoy enamorado". es una letanía que me repito una y otra vez tratando de convencerme y saber cuán profundo es el significado de esas palabras. Me gustan; es un sentimiento que me une a Anastasia ¿ Estará ella enamorada de mi , o simplemente lo que la une a mi es atracción sexual ?. Una experiencia que ella desconocía y que ahora sabe lo que se siente , y he sido yo quién se lo ha descubierto. Tengo que averiguarlo, en Savannah, en cuanto llegue.
- Yo también saldré a cenar con una amiga
- ¿ Con una amiga ? ¿ Con... ?
-Si, Anastasia, con ella. He de consultarla algo
- Está bien. Es tu derecho, es tu amiga y tu vida, al fin y al cabo yo no soy más que tu amante
-¿ Mi amante ? No eres mi amante en el sentido que le das. ¿ Por qué te enfadas? Es sólo una amiga y desde hace mucho no tenemos ninguna otra conexión. Somos socios; tenemos que discutir sobre el negocio.
-Está bien. No tienes que darme explicaciones. Tengo que irme: Que te vaya bien en la cena.
¡Vaya por Dios, se ha enfadado ! ¿ Por qué no soporta a Elena?, ni siquiera la conoce. No entiende que la debo mucho y que siempre me ha atendido en cuantas dudas deseara consultarla. Nunca pensé encontrarme con este dilema. Nunca me ha ocurrido que se enfrentara mi vida pasada a la futura ¿ futura ? Lo tienes mal Grey, pero al menos con la actual. Cuando regrese trataré de hablar con ella a ver si llegamos a un acuerdo respecto a Elena.
Ella suele ser puntual, y efectivamente, a las ocho y un minuto entra buscando la mesa que siempre reservamos. Las miradas de algunos hombres la siguen. Está espléndida, atractiva y segura de su encanto que la permite juguetear con los admiradores. Pedimos sendas copas de vino e inicio la conversación peguntándola por el negocio, y la reforma que está emprendiendo en un local nuevo que hemos adquirido para nuestra sociedad. La impaciencia me consume, así que sin más preámbulos voy derecho a lo que ha motivado nuestra cita.
- Te noto preocupado ¿ Te ocurre algo ? - me pregunta mientras aprieta mi mano
- Verás. Ocurrirme, ocurrirme... he conocido a una chica, no a una sumisa, al menos de momento, porque lo que pretendo es que lo sea, pero no pertenece a nuestro mundo. Es una joven inexperta que me hizo una entrevista para la Universidad y desde entonces me tiene obsesionado. No se si es porque es distinta a todas las chicas con las que he tratado, o qué. Me tiene fascinado. Cuando la vi, no sé qué es lo que me atrajo de ella, porque la verdad es que iba vestida vulgarmente, sin orden en la ropa ni en los colores y además al entrar en mi despacho, se cayó de bruces, con lo que puedes imaginarte la comicidad de lo sucedido. Pero...
- Pero ¿qué Christian ? No te detengas ahora, me tienes en ascuas
.-Me miró de una forma extraña con unos ojos claros, transparentes como el mismo mar, como queriendo desnudar mi alma. Y entonces me reté a mi mismo que la conocería mejor y trataría de hacerla sumisa.
- Bueno, eso es lo que quieres. ¿ Lo vas consiguiendo, la has vuelto a ver ?
- A ambas preguntas te respondo que si; pero tengo muchas dudas. La he presentado el contrato y las normas no las quiere aceptar. A regañadientes he conseguido que siga algunas, pero se muestra reticente respecto a ello.
- Déjala. Olvídate de ella, te traerá problemas. acude a la fuente de siempre. Saben a lo que van y lo que hacer. Te irá mejor. Hasta ahora no has tenido problemas.
-Si, pero... Todo eso me lo he dicho a mi mismo cientos de veces, pero el caso es que me gusta, me gusta muchísimo y yo a ella también. Es algo testaruda y tiene las ideas muy claras de lo que desea, y lo que quiere, no coincide, exactamente,con lo que quiero yo. Eso me hace estar inseguro, porque es algo que nunca se me había planteado; sabía exactamente lo qué hacer en cada momento. Pero lo de Anastasia es diferente. Me es difícil renunciar a ella. Está en Georgia: ha ido a visitar a su madre, y la echo de menos muchísimo. Y no sé explicar qué es lo que me pasa. Tú me conoces bien, y sabes mi actitud referente a las mujeres. No lo sé, Elena, lo que me está ocurriendo, pero sea lo que sea es la primera vez que me sucede.
- Christian ¡ Cómo no lo ves ! Nunca te ha pasado, porque nunca has estado enamorado. Si, si, es lo que te pasa: te has enamorado perdidamente de esa muchacha. Por cierto ¿ cómo se llama?
- Anastasia.¿ Dices que me he enamorado de ella ? ¿ Cómo ?
- Pues como todos. La ves, te gusta y tienes una cita. Es así como se forman las parejas. Hasta ahora no te habías cruzado con la chica que te hiciera tener mariposas en el estómago, pero alguna vez tendría que ser, y esa vez te acaba de llegar. Deduzco que, al menos, le has explicado lo que quieres de ella. Dices que ha viajado hasta Georgia para ver a su madre ¿ no habrá sido una excusa para alejarse de ti ? Si no pertenece a nuestro mundo, es posible que le hayas asustado y haya salido huyendo.
- No, no creo. Ella sabe que no le haré ningún daño
- No te fíes Christian. Eres un gran hombre de negocios, un amante extraordinario, pero eres un recién nacido en los afectos. Siempre te has reservado de cara al amor; nunca has permitido que nadie traspasara esa barrera, hasta ahora. Y te enamoras de una chica totalmente ajena al mundo que tu frecuentas y al que quieres que ella pertenezca. está muy claro: ha salido huyendo. ¿ Sabes lo que debes hacer para salir de dudas? Ve a buscarla, y verás que ella no piensa en volver contigo. De esta forma te desengañarás y será más fácil el olvido.
¿ Olvidarme de Anastasia ? Hoy por hoy, me parece imposible no volverla a ver. Dice que lo que me ocurre es que me he enamorado de ella, luego entonces... ¡ soy su novio !. Kate tenía razón. Y en el fondo esa certeza me tranquiliza más que las palabras de Elena. Ella no sabe la intensidad de nuestra relación, lo que sentimos ambos. Tomo una decisión
-Discúlpame, Elena. he de hacer una llamada urgente. Enseguida vuelvo.
Me levanto de la mesa y voy al fondo del restaurante, y me vuelvo de espaldas a Elena. No deseo que entienda lo que voy a hablar; conoce a la perfección el movimiento de mis labos.
-Taylor, por favor ponte en contacto con Stephan y di que prepare el avión rápidamente. Volamos a Georgia esta misma noche. Tu vendrás conmigo.
-Enseguida, señor. ¿ Cuántos días vamos a estar fuera? lo digo por la maleta
-Estaremos hasta el viernes. Pon algo cómodo, allí hace más calor y humedad que en el infierno
-¿ Voy a buscarle ?
- No es necesario. Salgo ahora mismo para casa. He de cambiarme de ropa, la que tengo puesta ahora es más incómoda para un viaje tan largo y para un lugar con tanto calor. En quince minutos estaré ahí. Arréglalo todo, Taylor, tengo mucho interés en ello.
-Descuide señor Grey. Ahora mismo lo gestiono todo..
Vuelvo con Elena y la digo que tenemos que despedirnos, que me ha surgido algo urgente que no tiene demora. Ni se imagina que voy a seguir sus consejos, pero no con la intención que ella cree, sino por todo lo contrario. Ni se me pasa por la cabeza dejar a Anastasia.
Hacemos una escala. El tiempo pasa lento y yo doy paseos de un lado para otro. Taylor ha ido a comprar revistas. Miro a mi alrededor. Hay poca gente en la sala del aeropuerto. Veo a una mujer muy atractiva que me mira descaradamente; conozco lo que significan esas miradas, y sonro para mi, al tiempo que me digo : " llegaste tarde nena, estoy pillado y tengo una novia preciosa a la que voy a buscar". Desde que Elena me descubrió la verdad de lo que siento por Anastasia, no hago más que repetirme "estoy enamorado, estoy enamorado". es una letanía que me repito una y otra vez tratando de convencerme y saber cuán profundo es el significado de esas palabras. Me gustan; es un sentimiento que me une a Anastasia ¿ Estará ella enamorada de mi , o simplemente lo que la une a mi es atracción sexual ?. Una experiencia que ella desconocía y que ahora sabe lo que se siente , y he sido yo quién se lo ha descubierto. Tengo que averiguarlo, en Savannah, en cuanto llegue.
Autoría: Versión libre de 1996rosafermu( Basada en la novela de E.L.James Cincuenta sombras de Grey)
Ilustraciones: Cincuenta sombras de Grey:
DEREC HOS DE AUTOR RESERVADOS
Ilustraciones: Cincuenta sombras de Grey:
DEREC HOS DE AUTOR RESERVADOS
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