TODO GREY

lunes, 20 de febrero de 2017

Todo Grey - Sus obsesiones - Cap. 1 - Anastasia Rose Steele

La había dejado marchar. Era una inocente criatura, tímida e insegura; no podía hacer de ella lo que en un principio habia deseado.  Desde que la vio por primera vez en su despacho, algo dentro de él hacía que el rostro de ella no se le borrara ni un momento de su imaginación. ¿ Qué es lo que le pasaba ? Era una chica preciosa, es cierto, pero él tenía mujeres  a su disposición siempre que lo deseara, pero Anastasia, era diferente. La timidez de ella, le provocaba.  Desearía "domarla", hacerla más segura de si misma. Tenía toda la información requerida sobre su biografía y en ella no había nada especial: era una criatura simple, diáfana, limpia. Y tal vez por eso, su interés se acrecentaba más.

Pero al mismo tiempo, ella se le brindó para que la besara ¿ por qué?  Su conocimiento de las mujeres le había dado la experiencia de saber cuales eran sus reacciones, máxime en chicas como Anastasia.

Cuando llegó al hotel, no estaba de tan buen humor. Regresarían a Seattle inmediatamente; lo que le había llevado hasta Portland se había realizado y había terminado en un tremendo desastre.  Había roto el único vínculo que podría haber hecho que se vieran nuevamente, pero la despedida de él lo hacía imposible

- Mejor será que me olvide de una vez.  Es una chica como hay muchas.  Lo único especial es que cada vez que me mira se sonroja y tiene que bajar la mirada. ¿ De dónde ha salido esta chica, quizá de algún convento de clausura ? Venga Grey, olvídate ya de una vez de la Steele.

Esta vez no regresarían a Seattle en el helicóptero.  Irían por carretera, de esta forma podría poner en orden sus pensamientos y comenzar a olvidarse de aquella chica, que a pesar de ser tan simple, había causado profunda impresión en él. O quizá por eso mismo.

- Taylor, pon música. por favor
-¿Qué desea escuchar ?
- No se´... cualquier música suave y relajante. ¿ Qué música le gustaría a Ana ? Al diablo Ana, ya estoy de nuevo con lo mismo.  Seguro que a ella le gustaría Britney. Es muy joven; la gustará algo juvenil, chillón, vulgar, en definitiva.. ¿ Por qué pienso que es vulgar ? No la conozco; no debo juzgarla por su simple apariencia. presiento que es algo más que una chica que viste ropa barata de grandes almacenes y va con vaqueros y cola de caballo. La imagino con vestidos elegantes , peinada por Franco después de unos buenos masajes en Esclava...  estaría preciosa, porque es preciosa. Sus ojos son los que más me han llamado la atención: impresionantes.  Señorita Steele, creo que hemos perdido una ocasión de conocernos mejor. Pensándolo bien ¿ por qué no la he besado ? Tiene una boca bonita, con labios carnosos y bien dibujados, que pedía a gritos que los apretara contra los míos. He sido un imbécil redomado. Con tantos remilgos he perdido una buena ocasión.  Todavía queda algo de conciencia en mi, y ella no es una chica sumisa, que es lo que busco.  Es demasiado joven. ¡ Basta ya ! Se acabó Anastasia Steele.

Y no volvió a pensar en ella en los día siguientes, hasta que aquella mañana tropezó con su expediente, mientras buscaba otro de una nueva y posible sumisa.  Se la había recomendado Elena, pero ésta vez se había cuidado mucho de que no fuera un fracaso como la chica de Arkansas.  Decidió hacerla una entrevista antes de llegar a nada. Si le agradaba sería su próxima sumisa.  Dejó la carpeta encima de la mesa,   deseó revisar nuevamente  la de la señorita Steele.  Así lo hizo, y tomó algunas notas del informe: su número de móvil, la dirección donde vivía, y por alguna razón sus medidas corporales.  Sonreia miestras hacía las anotaciones. ¡ Vaya ! de nuevo la enigmática señortia Steele se instala en mi memoria, pero esta vez va a salir rápidamente.  Hay otra chica en puertas.

Había quedado con ella en el restaurante en el que solía ir con Elena; era un terreno neutral.  Si no le gustaba, no sabría siquiera donde vivía; cuanto más anónimo sea todo, mejor para ambos.  No quería ni pensar si alguna vez se supiera las aficiones sexuales que tenía.  El crédito alcanzado por sus negocios, se desvanecería en un momento, pero lo que más le preocupaba, era la incursión que harían todos en su vida privada, alcanzando probablemente a sus padres y hermanos.  Algo que debía preservar a como diera lugar.

Y se entrevistó con Corina, que así se llamaba la nueva aspirante. Era muy bella, de conversación inteligente y amena, con saber estar, algo importante para Christian, puesto que tenía algunas reuniones en las que precisaba ir acompañada por una "amiga", pero su acompañante debía saberse comportar en ese ambiente selecto en el que se desenvolvía.  A simple vista le agradó. La dió un nombre falso para que no le identificara, y planteó los acuerdos de su contrato de confidencialidad. Ella estuvo de acuerdo, y además era practicante de las mismas prácticas que Grey, por tanto no había ningún escollo que salvar. De su bolsillo interior de la chaqueta, sacó unos folios en los que especificaba todas las reglas del juego, y ella sin siquiera repasarlo, lo firmo sin dudar.

- ¿ No vas a leerlo?
 No me hace falta.  Elena me hizo algunas indicaciones y estoy conforme con todo, así que de acuerdo. Cuando quieras me avisas; te dejo mi tarjeta en ella va mi teléfono privado.
-¿ Y si fuera esta noche mismo ?
- Por mi no hay inconveniente. Tengo libre todo el fin de semana.
- Está bien.

Llamó al camarero, abono la cuenta y ambos salieron del establecimiento rumbo a Escala. Sería un fin de semana divertido, muy a lo Grey. De una vez y para siempre sus obsesiones por la chica, se evaporarían. Y dijo mentalmente:

- Bye, señorita Steele.



Autora:  1996rosafermu. Basado en la trilogía de la escritora británica E.L. James , Cincuenta sombras de Grey
Ilustraciones:  Archivo de 1996rosafermu
Edición: Junio de 2016
DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS

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