TODO GREY

domingo, 30 de abril de 2017

Todo Grey - Su liberación - Capítulo 24 - Fantasía

Ana trastabilla con sus tacones: Está muy cansada. Me inclino hacia ella quiero ayudarla y le digo subirla en brazos, pero no quiere, a cambio si le quito los zapatos, y al sentirse descalza suspira de alivio. Subimos hasta el dormitorio. Kate y Elliot ya se han retirado. De Mia y Ethan no sabemos nada, pero tampoco me preocupo.  Está con él, y además ya es mayor para saber lo que hace.  No es asunto mio.

Llevo a Anastasia hasta el cuarto de baño y hago que se siente en un taburete junto al lavabo.  Ella no sabe lo que voy a hacerle, pero tampoco siente interés en averiguarlo. Le pesan los párpados. Tomo unos algodones desmaquilladores y un tónico para ello, que he encontrado en uno de los armarios. Suavemente lo voy pasando por su rostro, hasta que desaparece la capa de maquillaje que ocultaba la piel transparente de Ana.  Ella se deja hacer y sonríe.  Cuando tiene la piel totalmente limpia, la llevo hasta el dormitorio y le ayudo a desvestirse.  Me gusta ocuparme de ella; la siento como si fuera una niña pequeña que me necesitara. Yo sé que ella es fuerte, y que sabe valerse por si misma, pero es tanta mi necesidad de ella, que hasta el más pequeño de los detalles quiero hacérselo  yo. La desnudo y le pongo una camiseta para que duerma cómoda. Corre a refugiarse entre las ´sábanas juguetona , lo que me hace sonreír.  Han sido muchas cosas en pocas horas: el viaje, la altura de Aspen, el compromiso de Elliot y el incidente del patoso en la discoteca. Tomo su mano, y compruebo que la tiene enrojecida y algo hinchada  " Cuidado con ella ". Conozco la fuerza de sus proyectiles.  No hace mucho, tuve que resguardar mi cabeza de un cepillo con alas.


Sonrió con ternura al ver su cara de complacencia por encontrarse en la cama.  Tenemos miles de anécdotas juntos, vividas en poco tiempo, pero que servirían para toda una vida. Acaricio su cabeza suavemente..  Abre los ojos y en ellos veo un brillo especial, ese brillo que sé perfectamente a que se debe.  Le digo no con la cabeza, y ella me hace un hueco en la cama para que me acueste. Aunque deseo hacerlo, no lo haré porque no sería capaz de resistir la tentación que supone tenerla cerca e incitándome al sexo. No, no puede ser.

- Has bebido mucho, estás cansada, y la altura de Aspen te ha fatigado.  Además he de hacer una llamada
- Por favor Christian no te vayas
- No  Ana, no tardaré, pero ahora debes dormir. Además mañana hemos de madrugar. Haremos senderismo  ¿recuerdas?. Duerme nena, te prometo que no tardaré.

La beso, la arropo, y ella se arrebuja y tarda un instante en quedarse dormida.  Regreso al dormitorio unos momentos después cuando comprendo que duerme. Silenciosamente me desnudo y me introduzco en la cama con cuidado para no despertarla. Le doy mi beso de buenas noches, aunque en realidad debieran ser de buenos días.  Acaricio su cara a penas sin rozarla y sonrío al contemplar la placidez que desprende. Luego con la mirada, recorro su cuerpo, sus exquisitas formas, que evito acariciar para no despertarla.  Paso mi brazo por su cintura y hundo mi cara entre su cuello y su cabello.  Ya es una costumbre adquirida desde que duermo con ella: pongo mi pierna sobre las suyas, como sujetándola para evitar que se marche.. Nunca antes había tenido esa sensación de pertenencia, porque nunca antes había dormido con nadie, aunque creo que lo hago porque es ella.  Y repaso rápidamente los meses transcurridos desde nuestro primer encuentro, y no puedo evitar el sonreír   En estos momentos sé lo que significa la palabra felicidad, porque la estoy experimentando.  Lentamente, comienzo a parpadear y al final, mis ojos se rinden al sueño.



Soy de dormir ligero y cualquier ruido o movimiento me despiertan en el acto. Noto que Anastasia se revuelve en la cama, quizá sea porque yo le impido la libertad al permanecer con mis brazos y mis piernas rodeando su cuerpo. Me despierto algo intranquilo ¿ qué pasa ? la pregunto ¿ Por qué siempre vivo sobresaltado pensando en que ocurre algo? Sobre todo cuando estoy con ella y con los acontecimientos vividos, estoy continuamente en alerta..

- No ocurre nada, no te preocupes- me responde con esa sonrisa capaz de derretirme
- ¿ Has dormido bien ?
- Si, muy bien. Gracias por cuidarme anoche. Si por mi hubiera sido me hubiera metido en la cama tal cual, , hasta con los zapatos si se hubiera terciado- me dice riendo- Me sentí cuidada y muy querida cuando te ocupaste de mi

Siempre deseo cuidar de ella, ocuparme de ella.  Quiero que me necesite que no pueda respirar si no me tiene cerca.  He conocido esta sensación tan hermosa como es el amar a una persona, el estar pendiente de cada gesto, de cada pensamiento.  El sentir que la necesitas hasta para respirar y que darías tu vida mil veces por ella, si fuera necesario.  Es una sensación nueva para mi, deliciosa, hermosa, reconfortante, porque sé que  a ella le ocurre lo mismo.

Anoche no hicimos el amor antes de dormirnos, lo que significa que estoy excitado. Siento su cuerpo cerca del mío y comienzo a recorrerlo por debajo de la camiseta.  Tengo algo en mente que deseo hacer con ella, pero no me atrevo a decírselo.  Es una fantasía que desde hace días deseo hacer.  Ella presiente que algo está pasando por mi cabeza.  Debe ser por mi forma de mirarla, de acariciarla, de besarla y de poseerla.



Me pregunta lo que ocurre, y yo le digo que deseo tener con ella una fantasía. Que se resista a mis caricias, que se revuelva contra mi, que me haga difícil, muy difícil la posesión.  Sólo de pensarlo mis partes bajas comienzan a inquietarse y ella lo nota.  Lejos de decirme que no, sonríe e inmediatamente  refriega su cuerpo contra el mío. Señal inequívoca de que está conforme.

Me pongo encima de ella y le sujeto los brazos.  Comienzo a besarla y ella mueve la cabeza de un lado a otro tratando de librarse de mis besos, que poco a poco van bajando por su cuerpo.  Se retuerce para desasirse de mis manos.  Patalea para evitar que siga avanzando, pero todo ello  hace que ambos nos exaltemos,  y cuando mi boca llega a sus pechos ella trata de levantar mi cuerpo que contra el de ella aprisiono en la cama. Me da pataditas en el trasero y yo le muerdo suavemente cada centímetro de piel.

 Bruscamente le quito la camiseta  y ella en respuesta baja mi pantalón del pijama, que sacudo para sacármelo. Estamos los dos desnudos piel con piel. La beso,  la pellizco, , muerdo sus labios, sus pechos y acaricio su sexo. La beso en la boca invadiéndola con mi lengua y noto que ella ya no quiere luchar mas.


 Responde a mi beso ardiente y sensual, y yo la sigo y mi fantasía continúa porque así es como lo había imaginado.  Ella rodea mi cintura con sus piernas sintiéndonos más cerca, y comenzamos a movernos, pero no deseo que esto termine aún. Ella baja su mano y me  acaricia con suavidad y con rotundidad  la erección. Ella ha tomado la iniciativa y la siento a horcajadas sobre mi haciéndola mía una y otra vez. Es exquisita la sensación extraordinaria. La miro y puedo ver reflejado en su rostro el placer que experimenta. Nos abrazamos , ella me abraza la cabeza y yo la aprieto contra mi cuerpo.  Alcanzamos el clímax increiblemente placentero y lo alcanzamos los dos a un tiempo.

Salgo de su cuerpo y la deposito suavemente sobre la cama.  Acaricio su espalda y ella se rinde a mis caricias. Nos miramos sin hablarnos, pero en mi cabeza comienza a abrirse paso una idea. Esta es la Anastasia que quiero, la que necesito.  Nunca había tenido una fantasía como esta, entre otras cosas porque no las necesitaba.  Todas eran surgidas por mi, monótonas, siempre lo mismo, con un mismo final.  Pero lo de hoy ha sido diferente porque ha sido ella la que al final me ha tomado, he sido suyo y eso me complace porque demuestra que no es una mujer insensible, sino que siente las excitaciones y que es libre para expresar lo que desea hacer y que le hagan.  Nuestros encuentros sexuales no tienen comparación con nada, y cada vez es diferente lo que hace que la excitación sea siempre por parte de ambos y con la misma intensidad. Nunca había jugado a esto que acabamos de hacer, ni siquiera con Elena, porque lo de ella eran juegos diferentes, y ahora si volviera a practicarlos, pienso que no me gustarían.


. Ana puede tocarme el pecho, como lo ha hecho al empujarme, pero nadie más que ella. Y todos estos pequeños detalles, son lo que lo hacen diferente a todos los demás, porque entre nosotros existe amor, porque intervienen las caricias y los besos y las susurrantes palabras al oído.  Y lo de ellas, era mecánico: juego y sexo.  En contadas ocasiones las besaba, y por supuesto ellas tampoco lo hacían.  Tan sólo Elena, pero eran muy distintos a nuestros besos de ahora, en los que tan sólo con un roce suave se enciende nuestro deseo ardiente de poseernos uno al otro..

La vuelvo a besar. La miro con ternura, con toda la ternura  que me inspira y ella me besa. toma mi cabeza entre sus manos y me besa en la boca, en el cuello y en cada una de mis cicatrices.  Yo entorno los ojos y me rindo a su pasión y a la mia. Me encantan sus caricias sanadoras en esas cicatrices que me atormentaron durante tanto tiempo y ahora son el bálsamo de mi amor.  Ella desea besarme , ahí precisamente, y yo  la dejo porque también lo deseo, y recuerdo lo que me costó llegar a lo que ahora disfruto, y me parece increible que sea algo tan placentero lo que en tiempos fue una tortura. Y vuelvo a poseerla, pero esta vez tiernamente, suavemente, dulcemente, expresando todo el amor y admiración que siento por ella.  Estamos rendidos y ambos abrazados el uno al otro, nos quedamos dormidos.



Autoría:   Versión libre de 1996rosafermu( Basada en la novela de E.L.James  Cincuenta sombras de Grey)
Fotografías: Internet

sábado, 29 de abril de 2017

Todo Grey - Su liberación - Capítulo 23 - Velada de sorpresas

He reservado mesa en el mejor restaurante de Aspen. Mi hermano lo merece, la ocasión lo merece. Él quiso confiarme su decisión antes que a nadie; ahora me siento muy unido a él. Se han roto muchos diques en mi vida, y compruebo que siempre estuvo a mi lado, pero inconscientemente le he rechazado sistemáticamente durante estos años, pero ahora, es mi hermano mayor, le quiero y le ayudaré en todo lo que pueda.  Me pidió consejo sobre la elección del anillo, puesto que yo tenía la experiencia más cercana en el tiempo, y él nunca se había visto en una situación como la que vamos a vivir.  Yo tampoco, en mi vida, ni en sueños, pero sabía muy bien lo que deseaba.  El resto fue de la mano del joyero que supo interpretar mis deseos, Bien, pues ahora le indiqué que se dejara llevar y así lo hizo.  Deseo que sea feliz, como lo estamos siendo nosotros. La casualidad quiso que se encontrara con Gia, pero ahora no había peligro, ya no. Está profundamente enamorado de Kate, y es por la única mujer que está dispuesto a colgar sus aventuras y formar una familia con ella. Yo intento tener afinidad con Katherine y espero que con tiempo lo consiga, no sólo por Elliot, también por Ana, que la quiere como a una hrmana.


Nos dirigimos al restaurante. Observo a mi hermano, y él me mira de vez en cuando.  Le noto emocionado y yo también lo estoy.  He elegido un menú selecto aconsejado por el chef, que llamé cuando estábamos organizando el viaje, y  al que conozco de otras ocasiones, y creo haber acertado plenamente, porque al contemplar la comida en el plato, sólo ha faltado un aplauso.  Será que estamos contentos, relajados y a gusto. Yo me siento satisfecho y feliz.

 Ana a mi lado. La observo y llamo su atención para que no se exceda; queda mucha noche por delante.  Le acerco la copa del agua y ella sabe lo que eso significa.  Recuerdo la noche en que tuve que ir a buscarla y le hice beber un gran vaso  para contra restar el exceso  de alcohol.Paseo la mirada por todos ellos; ríen, charlan y en sus caras se nota que están  contentos.  Yo también  soy feliz y aprieto la mano de Ana, que me mira por si deseo algo. Sonrio a mi chica que está preciosa.  No sólo a mi me lo parece, al maitre que nos condujo hasta la mesa, , se le iban los ojos detrás de ella.  Estamos ya en los postres y la animación en nuestra mesa, ha subido, excepto Kate, que se muestra algo seria.  Elliot me mira interrogante y yo le sonrío; somos cómplices de algo bueno, y dentro de mi, el  corazón da un salto de alegría al darme cuenta que es algo normal entre hermanos, pero que yo mismo me privé de ello durante mucho tiempo, demasiado tiempo.Estoy feliz de haber sido el autor de esta reunión con mi familia, me siento en paz conmigo mismo.


De pronto Elliot se levanta y rodilla en tierra, le pide a Kate que sea su esposa.  Todos abren sus ojos por la sorpresa y por un breve espacio de tiempo se quedan mudos ante lo inesperado  A Kate se le ilumina la cara y dos brillantes ojos le miran con tanto amor, que no hay duda de que va a ser un si lo que salga de su boca. La pone el anillo y se besan, de una forma marca Elliot, y todos aplaudimos acompañados del resto de comensales que ocupan el comedor.  También ellos estaban expectantes.

Ordeno traigan el mejor champán del mercado y algunas botellas de agua. Mia habla con Ethan, Elliot y Kate se miran, sonrien y se besan, y nosotros nos miramos y sonreimos. Una cena perfecta.  Después de brindar por los prometidos, Kate y Ana se abrazan emocionadas, y cuchichean algo entre ellas.  De vez en cuando, algún curioso de mesa vecina si gira, nos mira y levanta la copa a  la salud de los novios.  Yo miro alrededor mio; es la primera vez que vivo un acontecimiento semejante, en otra persona.  Lo nuestro fue especial, para ella y para mi, muy íntimo, muy nuestro.

Las chicas desean continuar la velada y proponen ir a una discoteca. Hay que complacer a las damas y hasta la más selecta nos encaminamos. ¡ Oh no !, exclama Kate " hay mucha gente . "No te preocupes",  la digo , " ¿ Quieres entrar? , ella dice si con la cabeza, y yo me dirijo hacia el portero de la puerta.  Me conoce de phace tiempo, sonrie, me estrecha la mano y le indico lo que estamos celebrando. El asiente y nos abre paso. No ignora que soy accionista de esta empresa; los demás, excepto Elliot, tampoco lo saben.

Nos sitúan en lugar preferente y pido unas botellas de cerveza, otra de champán, por las chicas y más botellas de agua.  Estamos bebiendo mucho y vamos a necesitarlas.


Ellas están impacientes por salir a la pista, y quieren arrastrarnos, pero el dia ha sido largo y emocionante, y preferimos observarlas desde las butacas.  , Contoneándose se aceran hasta la pista de baile.  La orquesta toca un tema movido pero no estridente.  Mia está en su elemento..Ana cimbrea su cintura , moviéndose de un lado para otro y alza sus brazos como si quisiera alcanzar con ellos las estrellas.  Está radiante.  Entorna los ojos y sonrie ¿ En qué estará pesando? Yo no puedo desviar la mirada de ella, de mi esposa, de mi amor eterno.  De ese amor que llegó inesperadamente  pero que ha cambiado mi vida y mi modo de vivirla. Estoy completamente seguro que si no la tuviera a ella, andaría despistado por la vida, confuso y desorientado porque sería incapaz de volver a otros tiempos, pero tampoco seguir adelante si ella no estuviera a mi lado.

No hay mucha gente en la pista, y las tres forman un círculo riendo y moviendo sus caderas con el mejor estilo.  Desde la mesa, contemplamos a nuestras mujeres, embobados en ellas, y comentamos lo espléndida que está siendo la noche. Está visto que la improvisación a veces resulta.  Elliot está exultante de felicidad. Cambian el ritmo, y esta vez es más frenético.  Se me van los ojos detrás de Ana, que sólo sabe alzar los brazos y contonear las caderas. De repente alguien se le acerca, demasiado, y posa sus manos sobre su cintura. Los tres nos quedamos mudos, y yo de un salto me levantó y voy rápido hacia donde está mi mujer. Ese energúmeno trata de manosearla, pero ella toma impulso y con toda las fuerzas de su pequeño cuerpo, le sacude un bofetón de los de campeonato.  En ese instante llego yo, y me enfrento a él. Todavía tiene la cara dura de ponerse gallito. Ana trata de mediar argumentando que ya le ha dado lo suyo. Pero no, nena, soy yo quién ha de protegerte; no temas.  Esta gente abusadora son cobardes.  Le suelto un puñetazo en la mandíbula y le derribo sin apenas darse cuenta.  En una fracción de segundos, Elliot y Ethan esrtán a mi lado, y Ana, abrazada a mi; tiene miedo de que responda y se origine una pelea que destroce todo lo bueno de esta noche.  Pero el  gallito, se levanta tocándose la barbilla en donde ha recibido mi puñetazo, y como disculpa dice que todo era una broma.  Me dan ganas de abalanzarme de nuevo hacia él, y creo que se da cuenta, porque sale inmediatamente del local.


Ana se viene conmigo a la mesa; ya no quiere seguir bailando.  La noto asustada.  Mia y Kate, se acercan hasta nosotros, y al ver que todo está en paz, vuelven a lo suyo, que es bailar.  Ana está cansada.  Me dice que le duelen los pies y que desea regresar a casa .Entonces decidimos el regreso de todos. Son las cuatro de la madrugada. Vamos  Kate ,  Elliot y nosotros. Mia y Ethan deciden ir andando  y pasear. Muy bien. Nosotros emprendemos el regreso a casa..  Ana está rendida y a penas se tiene en pie con los Louboutin altísimos que ha comprado. decido quitárselos y apoyada en mi, entramos en casa.  Kate y Elliot han desaparecido.  Estaban deseosos de quedarse a solas.


Autoría:   Versión libre de 1996rosafermu( Basada en la novela de E.L.James  Cincuenta sombras de Grey)
Fotografías: Internet

viernes, 28 de abril de 2017

Todo Grey - Su liberación - Capítulo 22 - Aspen

La deposito en el suelo, una vez que hemos cruzado el umbral de la casa. Los guardeses salen a nuestro encuentro. Son amables y cariñosos, de plena confianza.  Siempre tienen todo a punto; te puedes presentar de improviso que todo lo encontrarás en buen estado.  Llevan conmigo desde que compre la casa. Ella es de origen hispano y el norteamericano.  Llevan casados muchos años y se les ve felices estando juntos.  Una vez que les presento a mi esposa ,  ellos se sorprenden, quizá porque es lo último que esperaban. Siempre iba solo, a despejarme, cada vez que tenía algún problema. Aquí puedo pensar en solitario, y eso es lo que buscaba.  Era como un refugio para mi, y por eso sólo mi familia ha ocupado esta casa. La de Seattle, es mi diversión, mi necesidad fisiológica, y ahora, momentáneamente hasta que tengamos la casa nueva, viviremos en ella, después...  Ya veré lo que hacemos.

Tomo de la mano a Anastasia y recorro con ella enseñándole todo.  La noto algo tensa, retraída, cohibida y no sé el por qué. Está encantada con que hayamos venido todos ¿ estará preocupada por algo? Me intranquiliza verla seria y se lo pregunto, pero su respuesta me deja perplejo de nuevo

- Si Anastasia, somos ricos, muy ricos. Me gusta serlo; pasé hambre de pequeño, y no quiero volver a vivir  cosas como aquellas. ¿ Estás incómoda por eso, por el dinero?  Pues que no te incomode porque ahora tu también lo tienes." Todo lo que era mio, ahora es tuyo también " ¿ lo recuerdas ? Y por favor, dejemos ya este tema y disfrutemos de estas horas que permanezcamos aquí.
- Perdona, Christian, no quiero incomodarte.  Es que no creo me merezca todo esto. No he hecho nada para merecerlo, para merecerte. Me lo pones todo en bandeja y yo... no puedo corresponderte de la misma forma
- ¡ Claro que puedes corresponderme !, es decir me correspondes excesivamente.  Por ti tengo a mi familia, que antes, si los tenía, pero guardaba las distancias con ellos.  Ahora ya lo ves: mi hermano me palmotea en la espalda y  me quedo tan tranquilo.  Has conseguido que abrace a mi padre y a mi madre. ¿ Todavía crees que no me has correspondido ? Ven aquí y olvida  de una vez esos complejos.  Trabajo mucho, duro, tengo muchas preocupaciones, porque hay mucha gente que depende de mi, y para eso he de estar vigilante
 y siempre atento a lo que ocurra. Así que si, tenemos dinero, pero lo ganamos a pulso, no le robamos a nadie ni especulamos con nadie. Y mis empleados están satisfechos porque ganan un buen sueldo que les  permite que su  familia viva cómodamente. Es así de sencillo, si siembras adecuadamente, la cosecha será excelente.  Eso es todo.  Y ahora bajemos a comer; deben estar esperándonos.



 Mientras bajamos a reunirnos con nuestros invitados, Anastasia me pregunta por Gia.  La informo de la extraordinaria reforma que realizó en esta casa

. -Es una excelente arquitecta, aunque sea una depredadora sexual, pero eso no es de mi incumbencia.
-¿ Estuvo liada con Elliot ?
- Ana, Elliot se lió con todo ser viviente que tuviera faldas. Pero eso tampoco me importa, ya es mayor para saber donde se mete
-- Pero Kate, es mi mejot amiga.  No me gustaría que sufriera
- No te preocupes, cielo.  Elliot está muy enamorado de Kate. No lo entiendo, pero es asi - le digo riendo y en broma.  Kate es una chica preciosa, inteligente y culta, aunque no sea santo de mi devoción
- ¡ Christian !... es mi amiga - me dice mientras me empuja suavemente

Cuando nos reunimos, están comiendo un aperitivo servido por la señora Bentley. Elliot alza su copa y rie a carcajadas, acompañado del resto, y se dirigen a nosotros, insinuando algo que en realidad no ha ocurrido, ante el rubor de Ana pero tampoco voy a darme por aludido.. Estamos haciendo planes  para la tarde, cuando nos daos cuenta de que ha empezado a llover. Me asomo a la ventana y veo en el cielo unas nubes grises que presagian más lluvia. ¡ Lástima !, pero no alteraran en absoluto nuestro fin de semana.  Me siento tranquilo, relajado: Ana está contenta y más segura aquí, lejos de papparazis y de cualquier otro acoso. Taylor, eficiente como siempre, to tiene todo controlado al milímetro.  Tengo suerte de tenerle; toda mi confianza está depositada en él.  Es prudente, leal y según Anastasia dice, me aprecia, y yo a él.  Deseo se sienta a gusto trabajando para mi.



Planteamos qué hacer, y hay división de opiniones.  Decidimos que los chicos vayamos de pesca,a lo que nos apuntamos Ethan y yo.  Elliot pretexta que tiene cosas que hacer en la ciudad. Sé de sobra a qué se refiere, pero me callo y no comento nada.  Las chicas deciden recorrer las boutiques de las primeras marcas mundiales.  Anastasia, tuerce un poco la boca, con ese mohín de disgusto que me hace gracia.  No es amiga de compras, máxime cuando comentan las marcas que tienen los  establecimiento; piensa que todo lo que compren será carísimo.  La miro y la sonrio, ella sabe a qué me refiero.

- Por favor, por favor Ana.  Dí que si - Suplica Mia juntando las manos como en una plegaria.  Ella se rie y al final acepta
- Llevaos a Taylor- les digo, y enseguida se ponen en movimiento

Elliot, me mira buscando apoyo ante la insistencia de Ethan de que nos acompañe en la tarde de pesca. Yo le gruño, en broma, que él agradece

- Déjale Ethan, es muy pesado .  Lo que busca es que le andemos rogando

Zanjada la cuestión, preparamos todo para ir de pesca.  Elliot se lleva uno de los coches, y las chicas se alejan con Taylor al volante.

Ente Ethan y yo, se ha establecido una corriente de amistad.  Es un chico muy agradable, nada que ver con su hermana.  Ya no me parece tan mal para Mia. Es inteligente, culto, simpático, y se parece mucho a su padre, con el que he mantenido negocios en el pasado.  La pesca es lo que tiene: une a las personas.  Reímos ante las ocurrencias narradas durante sus vacaciones con los más empalagosos novios del mundo.  Se refiere a su hermana y a Elliot

- De verdad, que nunca he visto a Kate tan enamorada por tu hermano. Hoy les encuentro raros.  Han debido tener alguna pelea, pero ya lo solucionarán.


Nuestra charla se ve interrumpida, por una hermosa pieza que pescamos, lo cual nos colma de entusiasmo. La lluvia nos ha respetado, pero opinamos que ya es hora de regresar a casa, y así lo hacemos.  La tarde va cayendo.

Cuando llegamos al garaje, compruebo que Kate Elliot y Ana están allí y mi hermano la incita a dar una vuelta en la moto. A mi se me pone el vello de punta sólo de pensarlo,porque Anastasia, no es muy hábil en la conducción, y los accidentes de las motos, son muy peligrosas.  Ella rechaza la idea y dirige su mirada hacia mi con una sonrisa, como diciendo "tranquilo, no voy a hacerlo ".. Baja de mi cara hasta mi cuerpo, y entonces abre los ojos con extrañeza, al ver que llevo puesto, cierto mono" para que no se estropee la ropa". Me doy cuenta y rio.  Fue en uno de nuestros primeros encuentros. ¡ Quién iba a decir que de aquel coqueteo, saldría un matrimonio con aquella chica menuda, torpe y mal vestida  que hoy es mi mujer ! La beso en la sien y entramos comentando los buenos momentos pasados en nuestra excursión.



Decidimos prepararnos para nuestra velada nocturna.  Ana me comenta que se ha gastado un "pastón " en las compras, que se vio obligada a efectuar ante la insistencia de Mia. Se asombra de los precios que tienen; mayores que los de las tiendas de Seattle.  Yo me río satisfecho; ella me agrega que ha dado un buen pellizco a la tarjeta, lo que me produce una carcajada.  La atraigo hacia me y nos besamos.  Ese ha sido el detonante que necesitábamos para nuestra particular conexión.

Mientras la bañera se llena de agua la miro, la beso y poco a poco le voy quitando la ropa, ante sus protestas, débiles protestas con sonrisas incluidas A penas hemos estados separados  cuánto ¿ un par de horas? Ha sido una eternidad, necesito tenerla cerca constantemente, La beso y la acaricio y la conduzco hasta la cama,  mientas la bañera sigue llenándose.  Ella se alarma ante la situación que pueda producirse ante el derrame del agua, pero tampoco insiste mucho  y se rinde ante mis caricias y mi necesidad de tenerla. Mis labios recorren su cuello, sus mejillas y su boca, en un beso profundo y largo al que ella responde. Y hacemos el amor, suave, lento, apaciblemente relajados, pero nada insulso ni monótono.  Nuestros sentidos están en pie respondiendo a lo que demandamos de nuestros cuerpos.  Ella cierra los ojos y yo me extasió al contemplar su placer,   Es intenso, que me hace gemir, y nuestros gemidos, respiraciones y jadeos se unen una vez más.  Permanecemos unidos durante unos momentos, mientras nuestras respiraciones se acompasan. Después nos dirigimos a la bañera. Entro yo el primero para ayudarla a entrar nos sentamos y la atraigo hacia mi. La sitúo entre mis piernas, y suavemente comienzo a lavarla con  la esponja recorriendo su cuerpo.  Es un momento de paz y de intimidad únicos.  No hablamos; de vez en cuando beso sus sienes sin interrumpir la conexión.  De pronto, ella me comenta algo que hace deterner mi mano en el aire

- Vi a Elliot en la ciudad - Inmediatamente imagino dónde y a qué, pero no digo nada.  Ella continúa. Le ví con Gia.  Charlaron y después se besaron al despedirse
- Dijo que tenía que solucionar algunos asuntos en la ciudad
- No quiero ni pensar si el asunto lleva nombre de mujer y como profesión arquitecta


- No, no lo ceo.  Es cierto hace tiempo tuvieron algo, pero aquello terminó.  Me consta que está muy pillado con Kate. Posiblemente fuera un encuentro casual.
- Pero es que...

La interrumpo, no quiero que siga díándole vueltas a la cabeza como hace siempre, pero sé que en esta ocasión fue un encuentro casual.  Ella estaba en Aspen para cambiar los planos de nuestra casa, así de simple.  La siento sobre mi y es ella la que lleva  la iniciativa, es decir me toma.Y soy yo quién ahora entorna los ojos y echa la cabeza hacia atrás de puro placer, mientras ella sube y baja haciéndose dueña de mi cuerpo. Agarrada al borde de la bañera, su movimiento se incrementa y  al mismo tiempo  se incrementan  los movimientos de ambos. desbordando el agua. No importa, nada importa más que nuestra conexión y ambos llegamos al climax a un tiempo mientas la abrazo fuertemente contra mi cuerpo y repitiendo su nombre una y otra vez.  La beso, nos besamos y permanecemos abrazados dentro del agua, hasta que ésta baja de temperatura.  Es entonces cuando decidimos que hay que arreglarse y no hacernos esperar nuevamente, de lo contrario volveremos a ser los protagonistas de las bromas e Elliot, pero esta vez con razón.

Ya estoy vestido y conversando con Elliot y Ethan.  Ellas se están arreglando.  Recibo un correo de Ana que solicita mi presencia en el dormitorio.  Subo y cuando llego, , me quedo totalmente parado en la puerta. Es la imagen personificada de la seducción. Mi mujer está bellisima; vestida con un minúsculo vestido que a duras penas le cubre el culo.  Con la espalda totalmente al descubierto y con unos zapatos cuyos tacones son gigantescos.  Maquillada y peinada por Kate y Mia; está deslumbrante.  No me convence mucho el largo del vestido y se lo hago notar tomando la medida del mismo, recorriendo la tela con mi dedo índice hasta llegar al borde, rozando ligeramente su sexo y dejándolo sobre el comienzo del muslo. demasiado corto, pero si lo ha comprado y ha sido  aconsejada por las chicas, aunque no me guste, no diré nada. Mi fascinación habla por mi. Ella, ante mi silencio, retuerce sus manos inquieta, pensado, quizá que voy a regañarle, pero no pienso hacerlo.  Que se vista como quiera y no como mis celos quieren que haga.  Ante mi pasividad, ella me pregunta



- ¿ No te gusta ? Mia y Kate me dijeron que me quedaba bien, yo no creo que sea así.
- Anastasia estás preciosa. Tienes unas piernas fabulosas.  Estás impactante. Sólo te pido que no te agaches y entonces no habrá problema. De todas formas hasta que lleguemos al restaurante, para ir por la calle, ponte alguna chaqueta

Ella sabe que, en el fondo no estoy de acuerdo, pero no se lo prohibo, y me muestra una prenda que le ha dejado Mia.  Doy mi conformidad y la beso en la frente.  Noto al hacerlo cómo ella se relaja y sonríe tranquila. Mi mujer acaba de seducirme nuevamente, pero habremos de esperar a nuestro regreso.  Nos aguardan abajo todos para salir.  Cuando Ana hace su aparición, hay un silencio entre todos, seguido por un " Wuau " de los hombres  y un " Estás fabulosa  de las mujeres.  Yo la miro y aprieto su mano.  Ella me devuelve la mirada con una sonrisa. Muevo la cabeza en señal de aceptación, y ella exhala un ligero suspiro, que me indica que ya se ha tranquilizado

- Y ahora, vayamos a disfrutar de la noche - Digo tomándola del brazo. Y todos juntos nos dirigimos hacia el coche  aparcado a la puerta de casa, a cuyo volante se encuentra Taylor..  Es una noche muy especial, muy, muy especial.





Autoría: Versión libre de 1996rosafermu, basado en la trilogía de EL James, Cincuenta sombras de Grey
Edición: Año 2017
Ilustraciones: Cincuenta sombras de Grey
Video: Youtube/ Don´t wanna live forever / Zayn - Taylor Swift / Cincuenta sombras más oscuras
DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS

jueves, 27 de abril de 2017

Todo Grey - Su liberación - Capítulo 21 - Te esperaba

Bajaría a los infiernos, por volver a ver la cara de alegría de Ana al recibir la sorpresa que le había preparado.  Todo fue en tiempo record, y conté con la ayuda de Elliot, que se encargó de convocar a todos. Hace un tiempo, me reprochó que no veia a sus amigos, por eso se me ocurrió viajar hasta Aspen. Conocería otra casa,  también de ella ahora, y trataríamos de despejar nuestra cabeza de tanta incertidumbre.  Los guardeses de la finca ya están avisados y nos esperan.  Stephan nuevamente ha sido muy eficiente y lo ha dispuesto todo en tiempo record.


Presencio cómo las chicas se abrazan dando saltitos de alegría y los chicos, me dan palmadas en la espalda felicitándome por mi idea. Será un fin de semana extraordinario. Tendremos diversiones para todos los gustos: pesca, senderismo, discotecas y algo que nadie conoce excepto yo.  Elliot me lo confió y le ayudé a  elegir el regalo que está preparando.  Nunca pensé que vería a mi hermano tan entusiasmado, y nunca creí que aquél encuentro casual en Portland, terminaría en una decisión tan importante como la que quiere tomar. Es mi hermano mayor y siempre le apoyaré; le quiero, quiero a mis dos hermanos muchísimo, aunque hace un tiempo pensé que me eran indiferentes y yo lo era para ellos.  Una cosa más que he de agradecer a Anastasia.  Ella me hizo ver que no era así, que mi familia me adoraba, y quedó constancia de ello el día que atentaron con el Charlie Tango.  En ese día me abrazaron por primera vez en veinticuatro años. ¿ Cómo he podido vivir tan carente de los afectos más próximos a mi, y a los que les debo todo ?  Al pensar en ello, comprendo a lo que se refería Anastasia con relación a Elena " te hizo un daño indescriptible ". Ella lo vio clarísimo ¿ por qué yo no ?  Ahora lo analizo, y efectivamente, se las arregló para separarme de lo que me era cercano y enfocando mis necesidades hacia la otra parte más fria e impersonal: el sometimiento a ella, hasta convertirme en un juguete del sexo, única y exclusivamente para su placer.  No cabía otro tipo de relación, sólo el sexo, duro, en todas sus facetas y sin concesiones. Tan distinto al sexo que mantenemos Ana y yo, ahora, en que lo que prima es el amor  y el placer, , precisamente por eso: por amarnos.


La tripulación del avión, contempla la escena del encuentro con todos nuestros invitados, con una sonrisa y nosotros reímos como si fuera la primera vez que lo hiciéramos. Con qué poco se conforma mi esposa para ser feliz. Ahora tiene en su mirada, en su rostro, la expresión que José captó en las fotos de la exposición y que yo tengo distribuidas por distintas habitaciones de la casa. Le doy un beso delante de todos, cosa que nunca antes hacía, pero ahora no me importa.  Elliot comienza a silvar y Ethan rie a carcajadas, al que se le unen Stephan y las dos azafatas. Me siento feliz y contento, y deseo que todos mis amigos participen de la alegria que siento, de la paz interior de la que ahora disfruto.  Anastasia ha vuelto a recuperar su clásico color rosado en las mejillas, el rubor que tanto me enamoró, ha vuelto y me riñe para que no sea tan efusivo: le da vergüenza delante de todos.  Y no me extraña, porque a veces también se muestra tímida delante de mi. A pesar de ser su marido, a pesar de haber precticado sexo con ella en todas las posturas del kamasutra, aún  se ruboriza ante mi. Claro que no es siempre, porque a veces, también soy yo el intimidado cuando ella toma la iniciativa. La adoro, adoro  esa intimidad  nuestra improvisada, ardiente y sumamente placentera  .

 Me empuja de los brazos para que despegue mi boca de la suya. Me agacho la tomo por los muslos y la cargo sobre mis hombros para seguir con la broma, pero ella se siente incómoda y me pide que la suelte, después de avisar a la concurrencia que tardaremos un rato. Las risas son aún más fuertes.  Observo la cara de asombro de Elliot, porque nunca me había visto en este plan y termina por reir y decirme "al ataque, hermano ".  Por el pequeño pasillo del avión la llevo hasta la puerta de nuestra habitación, de la suite en la que pasamos nuestra noche de bodas.  En esa suite en la que he dormido yo solo antes de conocer a Anastasia, porque ni siquiera mi familia han dormido ahí. Y por descontado ninguna de las chicas que alguna vez llevé a un viaje corto de fin de semana.  Ahora pienso que nada de lo que me está ocurriendo es casualidad,, que todo ha sucedido porque en realidad me reservaba para ella, la esperaba a ella.  La bajo lentamente a través de mi cuerpo y sonriendo le explico que todo ha sido una broma, y que ellos así lo han tomado, de modo que no se preocupe.  Sería una descortesía enorme haberlo hecho efectivo, y no por falta de ganas, pero es que nosotros necesitamos nuestro tiempo, no nos conformamos con unos minutos, sino más, bastantes minutos mas.


Oimos la voz de la azafata que avisa de que la torre nos autoriza a despegar, la beso en los labios de pasada y la tomo de la mano para reunirnos con nuestros amigos.  Hemos de sentarnos.   Cada uno de nosotros con   nuestras parejas. Ana a mi lado.  No le gustan mucho ni los despegues ni los aterrizajes.  Se pone muy nerviosa, pero siempre consigo calmarla acariciando los nudilllos de su mano con mi dedo pulgar.  Y así lo hago y ella me mira, sonrie abiertamente e inclina su cabeza sobre mi hombro como diciendo " estoy calmada, tú me calmas ". Sin palabras conocemos perfectamente nuestro particular lenguaje; sólo con la mirada sabemos lo que uno quiere expresar al otro.

Cuando ya hemos tomado altura, y está más tranquila, me da un beso en la mejilla y yo beso su mano que permanece entre la mia para darle seguridad. Arrima su cara a mi oído y me pregunta bajito que cuando he organizado el viaje.

- Anoche mismo. Estaba desvelado, fui a mi estudio, pero no tenía ganas de trabajar.  Me puse a mirar tu fotografía que tengo allí y de pronto recordé que habías pagado una gran cantidad de dinero por un viaje de fin de semana.  No me gustó que lo hicieras,  entonces, pero luego comprobé tu generosidad .  Sólo tenías seiscientos dólares en la cuenta, y no te importó donar  esos miles,  que eran tuyos, que podías haber gastado en cualquier capricho.
- Christian, aquel baile era más importante que cualquier capricho que pudiera desear. Me gustó colaborar en esa obra benéfica de tus padres, aunque he de serte sincera, yo misma me sorprendí de la rapidez con que lo pensé y lo hice.   Sigue
-¿ Sigue, qué quieres que siga ?
- Me estabas diciendo que se te ocurrió al ver mi fotografía . Y...
- ¡ Ah, ya ! Llamé a Elliot y reunió a Kate a Mia y Ethan,mientras yo avisaba a Stephan y éste a la tripulación.. Lo que se suele decir una cadena de favores. Tiene una co-piloto que vale muchísimo. Bueno, pero tu ya la conoces. La conociste en nuestra luna de miel

Al cabo de un rato la conversación deriva en todo lo acontecido con Jack.   Kate, curiosa, comienza a preguntarme.  Anastasia empieza a tensarse, y yo omito la mitad de las cosas para terminar cuanto antes y,  así sucede.  En poco más de dos horas, comenzamos a ver la montañosa Aspen, un paisaje normal para nosotros, pero no así para Anastasia.  Cuando éramos pequeños, mis padres nos llevaban a  Aspen y aquí aprendimos a esquiar. Creo que los Kavanagh también vinieron por aquí..   No nos conocimos nunca, ni por casualidad nos vimos.   Y por fin, después de un corto recorrido por la ciudad, tomamos una carretera que nos conducirá hasta casa. Anastasia va muy callada; acaricio su hombro para calmarla.  Algo la inquieta y no sé el qué.


Taylor para el coche frente a la entrada de casa. Al bajarnos, Ana, levanta la cabeza y recorre con la mirada la fachada de la casa.  Sigue seria.  La tomo por la cintura y la beso en la mejilla, tratando de adivinar sus pensamientos, que esta vez me son esquivos.

-¿ Qué ocurre, no te gusta ?  Porque si es así y no te apetece venir a Aspen la vendemos y compramos otra casa donde más te guste.
- Así de sencillo
- Es nuestra casa, Ana, haremos con ella lo que tu desees.
-Cuando veníamos hacia aquí, contemplaba todas las casas bellas, modernas, carísimas, y si me gustan
, sólo que ...
- Solo que...¿ qué quieres decir ?
- Sois todos muy ricos, Christian.  Todo esto me aplasta un poco. Yo no soy rica y tampoco me importa, no estoy acostumbrada al lujo que me brindas
- Ana, tú también eres rica.  Somos ricos. Te acostumbrarás, date tiempo, mi vida. Sé que te acostumbrarás. Que no te intimide nada; no es más que una casa, y además es tuya
- ¿ Por qué la compraste, como inversión ?
-No. Sentí nostalgia de cuando nos traían mis padres. Lo pasábamos muy bien, me gustaba y entonces decidí comprar una en este lugar.  En realidad he venido pocas veces, y siempre lo he hecho solo, si es eso en lo que estás pensando.  Mis hermanos si han venido, pero yo nunca vine acompañado. Escala es ... bueno ya sabes lo que es, mejor dicho lo que era.  Pero ahora no lo necesito.
- Entonces, si a penas venías ¿ por qué ?

Al hacerme esa pregunta, reflexiono.  Tengo claro que  no lo hice por inversión, ni tampoco para distraerme.  En verdad ¿ por qué la compré?.  Quizá pensando en el futuro. Y ¿ cuándo yo pensaba en el futuro, solo ?  Y de pronto me di cuenta de todo: esperaba que llegara algún día en que pudiera compartirla con alguien, y ese alguien cayó de bruces en mi despacho.  Nunca me había parado a pensarlo, pero ahora recuerdo que fue a raíz de aquello cuando Elliot efectuó las reformas en la casa, y que Gia Matteo quién las llevó a cabo.  Yo mismo me sorprendo de ese pensamiento, pero fue así como ocurrió y como pensé. En los dias que sucedieron a nuestro primer encuentro., sentía desasosiego, su recuerdo nunca me abandonaba.  Sabía que era demasiado inocente para lo que tenía destinado para ella, pero supe que  estaba ligado a ella, cuando por primera vez tomé posesión de su cuerpo y supe que era vírgen y pensé que estaba destinada para mi.



- ¿ Te ocurre algo, en qué piensas? No me has contestado - Me dice algo inquieta por mi silencio
-  Supe que algún día surgiría alguien en mi vida con  quién la compartirla.  Te estaba esperando, cielo.  Te esperaba aunque , entonces, no lo supiera.

Ana me mira con los ojos brillantes y yo la miro a ella. Cojo su barbilla y deposito un beso en sus labios. Esa es la verdad pura y dura: no lo sabía pero era la verdad.  Un silbido de Elliot y los aplausos del resto, nos despiertan de nuestra declaración de amor tan particular

- Eh, chicos, id a la habitación. Nosotros mientras tomaremos el aperitivo- dice mi hermano riendo, pero en su rostro se nota la complacencia que siente por mi.  Nunca me había visto con una chica, y mucho menos besarla en público, aunque fuese mi mujer. ¿ Tanto he cambiado ?  Todos ríen y penetran en la casa Yo tomo en brazos a Anastasia y también lo hago

- Esta es la primera vez que mi esposa va a pisar su otro hogar. Hemos de cruzar el umbral contigo en brazos.

 Nos reciben con una ovación y Ana se refugia en mi cuello para ocultar su rubor. Yo río feliz apretándola contra mi pecho.


Autoría:   Versión libre de 1996rosafermu( Basada en la novela de E.L.James  Cincuenta sombras de Grey)
Fotografías: Internet

miércoles, 26 de abril de 2017

Todo Grey - Su liberación . Capítulo 20 - Pesadilla

Anastasia tiene una especial habilidad para sonsacar a las personas, y a mi,  doblemente, por mucho que no quiera contarle nada.  Ella ata cabos y deduce que todo lo ocurrido hasta ahora es por culpa de ese horrible hombre. No quiero hablar más, no quiero que se preocupe por nada, pero no sé cómo se las arregla que al final termino contándole lo que había dentro de la furgoneta y que al parecer iba destinado a ella.  Un frio interior me recorre la espalda, sólo de pensarlo.  Le comento que en la nota iba un mensaje que no entiendo, no sé de qué me habla esa mente perturbada.. Insiste, insiste una vez más y me pregunta cómo tengo tantos datos de Jack, la ingenua no sabe que cuando comenzó a trabajar en SIP, hice averiguaciones para saber con qué tipo de gente iba a estar. Lo sé, lo sé. A veces es excesivo mi afán de protección, pero, aunque esta vez no me sirvió de mucho, algo me puso sobre aviso y no le perdí de vista ni un minuto., aunque ella no lo supiera.


Estamos uno al lado del otro, de confidencias: ella quiere saber y yo deseo hablar.  Pocas veces me ocurre eso, pero ahora, después de lo ocurrido en el cuarto rojo, me siento más unido a ella. Cada minuto que pasa siento la necesidad de ella. No sé en qué momento, nuestra conversación cambia y   llegamos hasta Flynn, ¿ Habrase visto ?.  Le ha dicho que debe concederme el beneficio de la duda, y que no nos paremos a pensar en lo que ocurrió, sino qué quiero para el futuro. Lo tengo muy claro: Anastasia; ella es mi futuro, es la que me guía hacia él.Y de repente me suelta que quería a mi madre.  Me quedo callado, analizando sus palabras, y al final, pienso que es muy posible que así fuera. Seguramente, en mi corta edad, percibía que ella no estaba bien, que necesitaba ayuda y no golpes y abusos sexuales como el energúmeno ese la infringía. Yo quería salvarla de todo aquel infierno y esa es la carga que llevo conmigo y que traslado a todas las mujeres de mi familia, en especial a Anastasia.  Deseo cuidarla y protegerla, que ni el viento roce su cara y la moleste. ¿ Reminiscencias de mi madre biológica ? Posiblemente. No quiero admitir ante ella que eso es así, aunque insiste; quizás Ana lo tiene más claro que yo mismo.

La miro y contemplo la claridad de su mirada. La tengo abrazada y ella a mi ¿ Todavía me querrá?.  Es una conexión extraña la que ambos tenemos  Como si hubiera pensado en voz alta, ella me responde: " te quiero Christian, tanto... que a veces me da miedo " ¿ Qué significa eso ? ¿ De qué tiene miedo ? soy yo el que debe estar preocupado: con lo ocurrido esta tarde, no me extrañaría que me odiase.  Estuvo mal, ahora lo pienso, y estuvo mal. ¿ Y si hubiera sido al contrario ? ¿ Y si ella me hubiera puesto al límite y después no me hubiera dado la oportunidad de un desahogo? ¿ Por qué narices pienso eso ahora y no antes? Me prometo a mi mismo que no volverá a ocurrir; ella tiene los mismos derechos que yo, y las mismas necesidades, por lo que veo.  No volverá a ocurrir. No volveré a comportarme como su amo y señor, porque no lo soy: ella es mi mujer, mi compañera, mi amante a la que adoro, pero nunca volveré a someterla, por traviesa que se comporte y por mucho que me desobedezca.  Me siento mal anímicamente, porque no quiero hacerla daño, y esta tarde se lo he hecho, no físicamente, pero hay muchas formas de lastimar a una mujer y yo lo he hecho esta tarde.

¡Demonios, no quiero volver a pensar más en eso.!  Ella me ha perdonado, pero yo no me perdono, pero no quiero machacar una y otra vez sobre lo mismo.  La tengo entre mis brazos acariciándome el pecho y dándome suaves besitos y yo me siento feliz de que lo haga, y pienso que hace poco no lo soportaba y ahora lo deseo con todas mis fuerzas.La necesito y deseo que ella me necesite también.

  Necesito que me tranquilice y me repite una y otra vez que así es, y que en lo sucesivo tendrá más en cuenta mi necesidad de controlar cada momento de su vida..  Me dice que me ha echado de menos, que siempre le pasa cada vez que estoy lejos Tratamos de dormir. Hemos tenido confidencias, nos hemos declarado nuestra pasión mutuamente, pero Anastasia está inquieta y es que después de mi castigo, ella no ha encontrado satisfacción, y yo debo, tengo la obligación de calmar su sofoco. Y comienzo mi adoración hacia ella en las caricias en su rostro, en su boca, en todo su cuerpo, pero principalmente en su parte más dulce, y efectivamente, ella responde de inmediato.  No ha esperado mucho, su exicitación estaba clara y yo cuido de lo que es mio, y Ana lo es en cuerpo y alma.  Estamos extenuados.  está de espaldas a mi, pegada a mi cuerpo y rodeada, como siempre, por mis brazos y mis piernas, no como signo de  de posesión, sino como protección y amor supremo.  Ncesito su contacto en cualquier momento, de cualquier forma.  Al cabo de un tiempo, ambos nos rendidmos al sueño.  Pero..

¡ Están aqui, han vuelto !  La tortura está aquí y ahora, pero esta vez las pesadillas no son las mismas de siempre, quizá sean aún peores, porque es Ana la que está totalmente presente en ellas. Y me retuerzo ante la angustia, ante la desazón. Un sudor frío recorre mi cuerpo, mi frente y mi alma.  Un frio que viene de dentro y quiero despertarme y sólo una imagen me lo impide. Quiero despertarme, quiero despertarme.  Y me agito y me remuevo en la cama.  Siento que unos brazos me agitan tratando de despertarme, pero el despertar no llega, y noto que hay alguien que llora, y me besa y sigue agitándome, y entonces, poco a poco esa visión horrible, torturadora, se va desvaneciendo, y la lucidez va llegando lentamente. Una suave mano, dulce mano, me seca unas lágrimas que corren por mis mejillas.

¡ Es ella ! ¡ Ana, está aquí a mi lado ! Y escucho su voz amada diciéndome " Christian es una pesadilla, sólo eso ".  Yo sólo acierto a pronunciar su nombre: Ana..., Ana... Mi talismán, mi tabla de salvación... mi amor... ...  mi vida ... mi más... mi Ana.  A la que he visto muerta en un suelo frio ,  como ella estaba ¡ Dios mio, he soñado que estaba muerta !

Pero no lo está , y permanece a mi lado, tratando de consolarme de la angustia vivida, y al contacto con su cuerpo, piel con piel, y el sueño vivido, mi excitación se hace presente.  Se hace presente mi necesidad de ella y nuevamente deseo poseerla, y lo hago,  rápido, fuerte, necesito que así sea.  Y ella responde, responde a mis requerimientos y a su necesidad de mi, al igual que yo de ella.

Al fin, ambos estamos en paz, superada esta noche extraña, plena de confidencias, de amor, de posesión, pero sobretodo de amor. Los recuerdos de la pesadilla vivida se han evaporado, hemos hecho el amor y saciado nuestras apetencias sexuales mutuas. He interrumpido mi sueño durante la noche y he tenido cuna comunicación con Elliot: voy a darle una sopresa a mi mada esposa. Además pagó por ello.  Me sonrio al recordar el baile de disfraces y sus cosecuencias finales por cierto artilugio. Mi giro hacia el lado de Anastasia, y la veo dormir plácidamente, con paz, con esa paz que solamente las conciencias tranquilas tienen mientras duermen. He hablado con Stephan y todo está preparado.

Impaciente por la sorpresa y sonriendo feliz, la agito suavemente para despertarla, mientras cubro su cara de besos, y al final sus labios. Esos labios suaves .  carnosos y dulces como fruta madura.  Ana, al fin, abre los ojos y me sonríe al tiempo que me pregunta cómo estoy

- Ahora bien, así que anda, levántate
- Christian ¿ por qué tan pronto? Estoy como si me hubiera atropellado un tren de mercancías, es decir hecha polvo.  Eso se lo debo a mi marido ¿ Conoce a mi marido, señor Grey ? Pues voy a presentárselo. Es el amor de mi vida, mi megalómano, posesivo, protector, mandón, muy mandón, pero al que yo adoro y amo ser su esposa y que él sea mi esposo.  Y adoro nuestros encuentros sexuales en ascensores, mesa de vestíbulo, de despachos, cuartos rojos, coches perseguidos.... en cualquier sitio y a cualquier hora.


La escucho sonriendo ¡ Qué feliz me hace ! Esa lengua viperina que siempre tiene dispuesta una respuesta ligera e inteligente que me enamora cada vez más.  Me pide seguir durmiendo.  Al final tendré que decirle que vamos de excursión.   Pasaremos el fin de semana en el campo y estaremos más seguros en el  lugar donde la quiero llevar

- Nena, pagaste veinticuatro mil dólares por un fin de semana. Has de conseguir tu recompensa
- ¿ Quieres decir que...Aspen ?
- Aspen
- ¿ Ese Aspen ?
- ¡ Claro ! Que yo sepa no hay otro

 Se lanza a mi cuello y ante lo inesperado de su reacción, caemos ambos abrazados sobrer la cama riendo como dos chiquillos.

- Pero está lejos.  Tardaremos mucho en llegar
- Señora Grey, no entiende nada. Su marido, ese megalómano, mandón, obseso del control y del sexo, posee un jet privado y lo pone a su disposición
- ¡ Christian ! Te quiero - Y dándome un beso marca Grey nos disponemos a pasar un fin de semana único.


Autoría:   Versión libre de 1996rosafermu( Basada en la novela de E.L.James  Cincuenta sombras de Grey)
Fotografías: Internet

martes, 25 de abril de 2017

Todo Grey - Su liberación - Capítulo 19 - El juego de la seducción

Me  quedo mirando como se aleja.  Se ha puesto un vestido que me encanta y que le sienta de maravilla.  Se ajusta perfectamente a las armoniosas curvas que conforman su cuerpo. A pesar de haber dormido poco, y de la tensión vivida, Ana, está hermosa y avanza hacia Prescott con seguridad y firmeza.  Sawyer irá como conductor, y Prescott de co piloto.  Permanecerá con ella en la oficina, en todo momento. Será su segunda piel y le pido que por favor, ese día no me cree más problemas que los que ya tengo.  Ella me da su palabra de que así ,lo hará.  La veo perderse en el ascensor y vuelvo a revisar toda la documentación existente y referente a Hyde, para llevarla a comisaría. Aunque no se ha divulgado, hemos comprobado que el incendio del servidor, el accidente del Charlie Tango y ahora el intento de secuestro y allanamiento de morada, forman parte de un mismo plan ideado y ejecutado por Jack Hyde. ¿ Venganza por su expulsión de SIP? ?¿Hasta ese extremo puede llegar la locura de la gente por un despido más que justificado?  Tenemos pruebas muy duras que pudimos conseguir de su ordenador cuando entramos en sus datos. Se explican muchas cosas que antes nos parecían extrañas. No diré nada a Ana.  Nada hasta que no sea estrictamente necesario; no quiero crearle más alarma e inseguridad que la que ya tiene.  Sigo enfadado con ella,, aún  más que enfadado con ella, estoy muy preocupado por todo lo acontecido.  No me gusta que estemos disgustados, no me gusta el haberla rechazado en la ducha esta mañana, pero francamente, no quería demostrar que todo había pasado, porque en realidad todo sigue igual.  No tengo ganas de trabajar; me siento cansado y muy confuso. Iré a hablar con el policía y después volveré a casa. Allí esperaré a Anastasa, y quizá ideé algún plan, para hacernos olvidar todos los momentos amargos que hemos vivido.



El inspector Clarck se pone en contacto conmigo y me solicita que mi esposa pase por comisaría. De ninguna manera, que sea él  quién vaya hasta la oficina. Estará más segura que yendo hacia ese nido lleno de delincuentes apresados. Da su conformidad y me comunico con Ana para hacérselo saber.  No tengo muchas ganas de juegos  en el correo, por lo que soy escueto y conciso.  Ella también lo es en sus respuestas.  Pero en un correo me pregunta  y busca la confirmación.  Presiento que algo la enfada, pero no tengo ni idea de lo que pueda ser, y eso que la conozco muy bien

- ¿ A qué hora llegaste anoche ?

No lo esperaba y dudo antes de responderla. Se perfectamente porqué lo hice y ella, ahora, también lo sabe, porque antes de que yo le confirme o lo niegue, recibo la respuesta.: porque estaba en un bar tomando unas copas. ¿ Qué debo responderla ? me quedo dudando; es más lista de lo que pensaba y no se me ocurre nada, porque ahí está la clave de su enfado. Guardo silencio y al cabo de un rato le hago saber que no sea tan curiosa porque suele ser peligroso.  Ella me responde que ha acertado.   Sencillamente cambió de opinión, y no estoy de acuerdo: si se da una palabra ha de mantenerse, no tiene nada que ver si eres una cria o una adulta .  No debió ir y punto Cierra el correo y no hay más misivas.  Lo que significa que también ella sigue furiosa . He tomado una decisión: el día de ayer fue difícil y el de hoy está resultando tenso.  Bien, pues es hora de que zanjemos todo. Si desea hablar,  hablaremos, la escucharé y trataré de controlarme, porque aún no se me ha pasado del todo el enfado. Acudo al cuarto de juegos y busco en la cómoda los pantalones vaqueros, desarrapados que tanto le gustan a Anastasia, me pongo una camiseta y descalzo, regreso al salón.  Miro el reloj; Anastasia no tardará mucho en llegar.  Y efectivamente a los diez minutos está en casa.


Se queda algo sorprendida cuando ve cómo estoy vestido, y sonrío con la sonrisa marca Grey, que no es muy explícita, pero si seductora  y que encandila a mi mujer.  Me acerco hasta ella, la beso suavemente y la tomo por la cintura acercándola a mi.  Noto que está sorprendida; es posible que esperara un Christian furibundo como el de esta mañana dispuesto a montar la bronca  nuevamente.  La descoloco con este recibimiento. ¡Bien !. Acaricio su cara con mi nariz y sin despegarme de ella, le pregunto cuál es el problema que tiene para estar tan enfadada conmigo. Le hago notar que yo también sigo enfadado. Pero estoy jugando mi baza y se que voy ganando.  Ella responde a mi caricia, entornando los ojos y abriendo los labios como si le costará respirar.  Pero es tozuda e insiste en preguntarme cuál es el problema y a qué se debe el enfado. Le respondo que por no haber cumplido su palabra . Responde airada que si hubiera sabido mi precipitación en el regreso no lo hubiera hecho.  No sólo cambió de idea, sino que no tuvo la delicadeza de hacérmelo saber.

En ese momento represento en mi memoria lo que imagino  ocurrió, y no puedo evitar un escalofrio de miedo... Y,  basta ya.  La abrazo y estrecho contra mi.  Me lamento y ella  se da cuenta de lo mal que lo estoy pasando y me dice que está bien. que me tranquilice y que olvidemos de una vez el incidente.  En definitiva nadie está herido y Jack está en la cárcel.  En dos ocasiones he tenido tantísimo miedo, y las dos tienen que ver con Ana: una en su apartamento amenazada por Leila con una pistola, y anoche con el intento de secuestro. ¡ Es tan valiosa para mi, la quiero tanto !,  que no sabría qué hacer si le ocurriera algo, y fuese yo el origen.  Este es un mantra que me repito una y otra vez cada vez que surge alguna complicación en nuestro vivir diario, y lo veo alterado por cualquier circunstancia.


 Me desconcierta, pierdo el control y eso me asusta. Se que no le haría daño pero ¿ lo sabe ella ? Temo que se asuste y salga corriendo nuevamente. y eso es lo que me hace sentir esa lucha interna que tengo conmigo mismo. el afán de protegerla y el de protegerme a mi mismo para que no se vaya de mi lado.  Ella me lo repite una y otra vez, y pienso que está convencida de ello , pero yo sigo teniendo miedo.

Protesta cuando al abrazarla nota mi excitación y deseo ir a la cama. Ella quiere que hablemos de todo lo que ha ocurrido. Me doy por vencido. Conozco perfectamente cuando ella no va a ceder y decido que tenemos que hablar y que le tengo que informar, al menos, de lo más imprescindible.

Y entablamos una interminable charla a base de preguntas y respuestas poco concretas por mi parte. Me estoy moviendo en un terreno pantanoso; ella se las arregla siempre para sonsacar lo que desea saber. Corto la conversación ante las protestas de ella que sigue queriendo averiguar más, pero hasta ahí he de informarla:, del resto ya se enterara en su día.

-Tengo hambre ¿ y tú ? - digo para terminar con el interrogatorio

A mi pregunta, ella se calla y no sabe qué responder., lo cual me indica que hoy no ha comido nada. Siempre tengo que estar pendiente de si come o no.  Pero no quiero enfadarme, ahora que hemos solucionado lo de ayer.  La tomo de la mano y la conduzco hasta el mostrador de la cocina

- Siéntate - la ordeno
- Siempe tan mandon señor Grey

Sonrio.  He dado a Gail y a Taylor, la noche libre.  Deseo estar a solas con mi esposa.    Se extraña de que sea yo el que prepare la cena

- Sólo he de ponerla en el microondas, cariño, pero antes...


Saco de uno de los bolsillos de mi pantalón, un pañuelo y le anuncio que voy a vendarle los ojos y que tendrá que adivinar por el gusto lo que esta comiendo.  Y así lo hago.  Meto en el micro un plato de cordero asado con finas hierbas, cuyos aromas se expanden por la cocina deliciosamente.

  Al sacarlo me quemo en el dedo índice y me quejo.  Ella se ríe y me dice que me acerque: va a darme un besito, igual que se hace a los niños pequeños para curar las heridas.  Yo introduzco mi dedo en su boca, y ella sabe lo que deseo y suavemente procede a chupármelo, como si estuviera haciendo una felación.  Estos son los juegos que me gustan, esa seducción de ella hacia mi y viceversa. Saco el dedo de su boca y la beso en los labios.  Mientras tanto una dulce y sugerente música como telón de fondo, incita a la intimidad de los amantes.

Voy partiendo el cordero a pequeños trozos y ambos comemos alternativamente.  Bebo un sorbo de vino y lo deposito en su boca desde la mia, tal y como hice otra vez en su apartamento.  También aquella, fue una noche memorable; a penas nos conocíamos y yo estaba enfadado, como hoy, porque  me había mandado un correo, en el que bromeando, me insinuaba que no quería saber nada de mi.  Tuve que recordarla lo a gusto que se encontraba en mi compañía en determinados momentos. Ella lo traga deprisa y me pide un nuevo sorbo. Es delicioso este jugueteo de seducción, después de lo complicado del día que hemos tenido. Cuando ya hemos saciado el hambre, la conduzco al cuarto de juegos.  Noto que ella se alegra, aunque no tiene ni idea de lo que le espera tras esa puerta.




Le doy besos en el cuello, en los labios, en el rostro y ella entorna los ojos y sonrie. La desnudo y la descalzo, dejándola en ropa interior.  La llevo hasta la cruz, le quito las braguitas y vendo nuevamente sus ojos.  La núsica suena en la habitación y ella mueve la cabeza tratando de encontrar algo que la oriente en lo que estoy haciendo.  Me dirijo a la cómoda y recojo unos juguetes que utilizaré con ella. Me acerco lo suficiente para que note mi presencia, sienta mi calor, pero que no pueda tocarme.  La he atado con las correas a la cruz .  Los brazos y las piernas extendidas..  Está totalmente indefensa y a mi merced.  No quiero que hable, sólo que escuche, que perciba mis movimientos, porque no podrá tocarme aunque esté muy cerca de ella, pero quiero que sienta mi presencia.  He trenzado su pelo y la he acercado a mi cuerpo para que perciba mi propia excitación.  Ella se revuelve y me pide algo que no voy a darle. Adelanta sus caderas hacia mi, buscándome.  Desea sentirme. Yo la beso y con los dedos, bajo las copas de sujetador dejando sus pechos al aire. Masajeo uno y succiono, beso y retuerzo el pezón del otro, y ella gime y suplica que la libere de la deliciosa tortura que está sintiendo.  Pero todo no ha hecho más que empezar.

  Ella no lo sabe, pero ese será mi castigo por haber cambiado de idea y no habérmelo hecho saber. Le estoy aplicando la primera norma de las sumisas: la negación del orgasmo.  Me siento invadido por un cúmulo de sensaciones.  De repente siento que he retrocedido en el tiempo, que estoy jugando en el cuarto rojo, que tengo a mi mujer atada en la cruz y la niego el orgasmo.  Tengo que luchar contra ese sentimiento y recapacitar   que verdaderamente Ana es mi mujer, no mi sumisa.  Pero todo el miedo, la furia y la preocupación del día anterior, se juntan en ese momento, y el sentimiento de castigo es más poderoso que yo. Sigo torturándola . Siento una necesidad imperiosa de hacerlo y vuelvo a besarle en la garganta y lo hago en sus pechos nuevamente, retorciendo una y otra vez los pezones hasta endurecerlos y bajo la mano hasta su vientre y sus nalgas, que aprieto hacia mi hasta que la tela de mis pantalones rozan su sexo.  Ella se mueve, pero inmediatamente me retiro.    Me introduzco en su cuerpo con la mano y acaricio  al mismo tiempo su parte más sensible y sensual.  Ella sigue retorciéndose tratando de desasirse de las correas que la retienen, sin conseguirlo.

-Me vuelves loco, Ana - la digo con voz ronca que me cuesta reconocer

Tomo el juguete que había sacado, y vuelvo a recorrer su cuerpo con él, pasándolo una y otra vez por la superficie de él, centímetro a centímetro, por todo él.  Y voy bajando y ella sigue retorciéndose, y suplicando que la libere de esa tortura.


  El tono de su voz ha cambiado, ya no es sólo excitación, también quizá desesperación porque se está dando cuenta de que no es sólo un juego. Y después de recorrer su piel, llego al clítoris y allí lo dejo unos instantes, y entonces ella comienza a llorar porque sabe, con toda certeza que es un castigo y que no voy a permitir que llegue al orgasmo.  Entonces me lanza una palabra que nunca creí volverla a escuchar, pero hace que me detenga inmediatamente, e inmediatamente, tome consciencia de la verdadera situación que estoy haciéndola vivir

- Rojo, rojo...- dice con angustia con desesperación.

Y yo, en ese momento, vuelvo al aquí y al ahora: "Grey te has pasado, no es tu sumisa, no puedes negarla el orgasmo, es cruel y no se lo merece.  Es tu mujer, no es tu sumisa".  Reacciono inmediatamente alarmado, la desato, y la arropo con mis brazos besándola y pidiéndola perdón.  La llevo en brazos hasta la cama y la tapo; ella se acurruca en mi pecho sin pronunciar palabra. " ¿ Te das cuenta ?.  Ella te quiere, confiaba en ti.  Creía de buena fe que íbais a jugar, pero nunca que buscabas el castigo.  ¿ Qué vas a decirle ahora ?"
"La has dejado destrozada.  Tienes que calmarla y sobretodo tienes que hacer que te perdone.   No vuelvas a hacerlo, Grey, porque de lo contrario ella desconfiará de ti, y siempre sentirá miedo cada vez que quieras tomarla. A eso tenías miedo ¿ no ? Pues esta vez te has cubierto de gloria. Si es eso lo que buscabas, has hecho un pleno. Nunca te haré daño, nunca te haré daño. ¿ Qué crees que acabas de hacer ?"


No, no, por favor Anastasia, perdóname, cariño.  Ella levanta su ojos hacia mi llenos de lágrimas y me pregunta con un hilo de voz el por qué lo he hecho. ¿ Debo decirle la verdad, que ha sido para castigarla?  Lo siento nena, me perdí en el momento. Se que no ha estado bien, pero...

- Recordaste otra situación....
- No... Pero nunca obedeces y haces lo contrario de lo que dices y me vuelves loco
- No prometi obedecerte. Cambié de idea, simplemente. Reconozco que debí avisarte, porque sé cómo te preocupas por mi, y el afán tuyo por protegerme. He sido egoísta, pero no vuelvas a hacerlo, es cruel. Te prometo tenerlo en cuenta, no porque  vuelvas a castigarme, sino porque tú lo pasas mal.
- Perdóname, nunca deseo hacerte daño, pero reconozco que ésto ha sido intenso, muy intenso y difícil de soportar para tí. Habrás de saber que al oirte pronunciar la palabra de seguridad , volví a la realidad.  No me podía creer que mi mujer necesitara pronunciarla. No estaba pensando en otro tiempo, ni en otra mujer; sólo pensaba en el escarmiento para que otra vez tuvieras en cuenta mi preocupación.  Sólo eso.
- Está bien. Ya ha pasado todo y no vas a volver a hacerlo. Y ahora quiero que me cuentes todo lo que has averiguado de Jack
- Ana, por favor ...
-Christian, dímelo ¿ por qué has aumentado la seguridad en casa de tus padres?
- Porque también ellos están en peligro. Encontramos en el ordenador datos extensos de todos nosotros.
 - Pero ¿ por qué ?
- No lo sé
-  Qué más. ¿ Cómo entró en nuestra casa ?
- En la furgoneta de mudanzas del tio que encontramos en el ascensor y en ella..
- ¿ Qué había en ella ?
- Ya basta Anastasia, olvídalo
- No, no voy a olvidarlo.  Dímelo
- Encontramos  un colchón y un anéstesico muy fuerte. Y una nota dirigida a mi
- ¿ A ti? ¿ Y que decía ?
- Te juro que no lo sé. Eran frases sin contenido para mi.  La policía está tratando de establecer una conexión, pero yo no tengo ni idea. Vino con el plan  de secuestrarte
- No tiene sentido Christian, no lo entiendo
- Yo tampoco,  cielo. La policia sigue las investigaciones, pero yo por nuestra cuenta he enviado a Welch a Detroit para que trate de saber algo más
- ¿ A Detroit?
- Si, Hyde es de allí
- Pero ¿ qué tiene que ver contigo ?

Estamos llegando a algo que no deseo tocar. No quiero darle más información, al menos durante esta noche. Creo que ya hemos tenido bastantes sobresaltos.  Trato de eludir la respuesta, pero creo, también, que no va a alarmarle más de lo que ya está.  Debo responderla, de lo contrario no parará hasta sacarme la verdad.

-Ana...,  Elliot y yo, nacimos en Detroit.

Y de nuevo vuelven a mi mente los recuerdos de mi niñez.  Aquel apartamento pequeño, mugriento y siempre a oscuras.   Aquel sofá en el que me refugiaba de los golpes del Hombre Malo. Aquella cama en la misma habitación sólo separada por una cortinilla, también sucia y vieja, por la que escuchaba la serie de ruidos que hacían mi madre y él, y que algunas veces veía que estaba encima de ella, y ella se ¿ quejaba ? Entonces pensaba que si, pero ahora sé que no era verdad, que era otra cosa ¿ placer o fingimiento ante aquel animal que abusaba de ella ?.   Y aquella alfombra verde, sucia, rota y mugrienta. Y aquella mano de mi madre, inerte, colgando fuera de la cama y fría como el hielo. Y luego aquella gente que se la llevó y a mi al hospital.  Cierro los ojos con fuerza para no seguir recordando y abrazo más fuerte a Anastasia, y la atraigo hacia mi y beso sus cabellos, y la beso a ella y nuevamente la pido perdón por haberla castigado de esa manera tan cruel y egoísta, siendo una de las personas que más me quiere en este mundo, y la que más lucha por mi y por hacerme feliz.



Y recuerdo mi anterior castigo en nuestra luna de miel, pero aquello tuvo compensación,lo de hoy no. Me siento mal, muy mal.  No encuentro satisfacción al hacerlo, porque después, aunque en el momento me pierda, el sentido de haber hecho algo incorrecto con ella, me mortifica y me amarga.  Me prometo a mi mismo que nunca más se repetirá.  Jugaremos, pero nunca más un castigo.


Autoría:   Versión libre de 1996rosafermu( Basada en la novela de E.L.James  Cincuenta sombras de Grey)
Fotografías: Internet

lunes, 24 de abril de 2017

Todo Grey - Su liberación - Capítulo 18 - Un enfado para dos

  Yo sigo impávido, aparentemente, aunque  tengo ganas de formar una bronca descomunal, pero mi control funciona, y sigo tomando mi copa como si tal cosa.  Se refriega los ojos para aclarar más su visión.  No Anastasia, no estás soñando, soy yo en persona que ha tenido que salir precipitadamente de Nueva York, porque tú desobedeciste mis órdenes y  te empeñaste en ir a un bar a tomar copas, a pesar de las advertencias de los guardaespaldas. Que tuve que dejar, casi con la palabra en la boca a unos futuros clientes de Elliot, por el mismo motivo.Y que cuando llegué,  me encontré con la sorpresa de que Hyde había invadido nuestra casa.

Estoy furioso, y la sangre me hierve porque no sé cómo descargar toda la rabia que siento en mi interior.  Porque la preocupación por su seguridad me está consumiendo, y parece ser que se lo toma muy a la ligera, desoyendo todas las indicaciones.  Tendrá que plantearse, al menos una vez, que cuando se lo exijo, es porque tengo algún motivo para ello. Que no deseo prohibirle nada, pero en cuanto a su seguridad, soy muy estricto, cosa que  no parece darse cuenta.

De nuevo sorbo un poco de whisky y en un segundo, la tengo sentada sobre mis rodillas, apoyando su cabeza en mi pecho. Su proximidad, hace que me desarme por completo y correspondo a su abrazo, y en contra de mis deseos me muestro frío, algo que estoy muy lejos de sentirr.

- Ya estás aquí - me dice
-Asi es - le respondo con la misma frialdad con que la he abrazado
-¿ Hace mucho que has llegado?- vuelve a preguntar
-El suficiente- respondo- ¿ Qué hacías en mi lado de la cama y con mi camiseta?
-Te echaba de menos y de esta forma me hacía sentirme más cerca de tí. ¿ Estás enfadado?
-¿ Enfadado?  Estoy furioso, Anastasia. Siento en mi interior toda la furia del mundo, y temo que no pueda controlar
-Supongo que te habrán puesto al corriente de todo lo ocurrido.  La policía quiere hablar contigo
- Estoy seguro
- ¿ Por qué me hablas así ? Ya ha pasado todo
- ¿ Qué es lo que ha pasado, Anastasia?
- Estás enfadado, ya veo
-¿ Crees que no tengo motivos ? ¿ Crees que esta noche ha sido de juerga para mi ? Sólo porque a mi mujer se le ocurre la genial idea de ir a tomar unas copas a un bar, desoyendo todas las advertencias, y haciendo caso omiso del guardaespaldas. ¿ Te parece que eso es aceptable?


Ella se queda callada por un momento y al final me dice que lo siente, y me besa en el cuello. Dios mio, qué esfuerzos tengo que hacer para no responder a sus caricias. Han estado a punto de hacerla daño, yo estaba ausente y aún estoy enfadado con ella por haber salido con su amiga.  La cabeza va a estallarme y deseo castigarla y lucho contra ese sentimiento porque lo que querría sería abrazarla y besarla .  Ella insiste y me suelta a bocajarro que ella también lo está ¿ Por qué ? Yo no he hecho nada para contradecirla, pero en lugar de aclarar las cosas me dice que cuando me calme ya me lo explicará.

Tiene una habilidad extraordinaria para cambiar de tema y me anuncia que Jack está a disposición judicial. Le doy a entender que ya lo sé, y que es gracias a su insensatez. No habría entrado en casa si ella no se hubiera movido de aquí, porque al salir fuera , tuvo que ser reforzada la seguridad.  Pero ella me vuelve a descolocar con un comentario, que en ese momento no analizo, pero que un rato después, comprendo que no le falta razón

- La verdad es que estaba más segura fuera que en casa  No debieron dejarle entrar
- Mereces un castigo y deseo hacerlo. Acabas con la paciencia de un santo y la mía tiene un límite.  No juegues con ella Anastasia
-¿ De qué estamos hablando Christian? ¿ Me estás amenazando? ¿ Por qué, con qué? Sé que no me harás daño; se te va la fuerza por la boca, Christian. Insistí ante Kate de que no fuéramos al bar, que nos quedáramos en casa, pero ella insistió, y a mi me apetecía salir, y charlar con ella y contarnos nuestros cotilleos. Eso ha sido todo. ¿ Te imaginas si nos hubiéramos quedado lo que podría haber pasado?  Porque ese tío estaba dentro del edificio; nadie le abrió la puerta para que entrara.

Reflexiono sobre sus palabras y veo claramente que tiene razón. ¿ Cómo entró? Nuestro circuito de seguridad es inexpugnable, desde el garaje mismo ¿ Entonces? He de averiguarlo inmediatamente.
- Tengo cosas urgentes que hacer
- Y yo me dormiré de nuevo

Se acurruca nuevamente en mi lado y la ternura me invade nuevamente.  La veo pequeña, menuda, como si fuera una niña, pero sin embargo es fuerte y templada. La tapo con cuidado y ella entorna los ojos, sin duda agotada por la noche pasada.  Salgo de la habitación y voy al despacho de vigilancia.  Quiero analizar todas las cintas de video y hablar con mis empleados y con  Taylor sobre lo ocurrido. Es algo inadmisible,, de lo que no se puede culpar a nadie.  No obstante tendremos que analizar todo el proceso con lupa; es algo que no puede repetirse.  Al menos Jack Hyde no lo repetirá , porque el juicio que va a caerle es para unos cuantos años de cárcel.


Hemos analizado las cintas y comprobamos algo sospechoso. A un hombre que ha entrado en el aparcamiento con una furgoneta de mudanzas.  A mi memoria viene el vecino nuevo. Ryan me resalta lo que le hizo sospechar: llevaba guantes, guantes gruesos de piel, y estamos en verano.

- Eso me puso en alerta.  Lo primero que hice, y puesto que la señora no estaba aquí, ni Sawyer tampoco , fue llevar a Gail a la habitación del miedo; ella estaría a salvo.  Después le permití entrar y le esperé.  Era la oportunidad que tenía de acabar con la pesadilla de ese hombre.  Es un hueso duro de roer y me costó mucho someterle.  Destrozamos medio vestíbulo, pero al fin pude con él.  Cuando la señora regresó ya le tenía inconsciente.  Después,  por orden de su esposa, avisamos a la policía, y fue una buena orden.  Se presentaron aquí enseguida.  Nos hicieron varias preguntas a todos, analizaron los daños, y al fin,  de madrugada,  se fueron.  El resto ya lo sabe.

- Está bien Ryan. Ve a descansar. Descansemos todos nosotros un poco, si es que podemos.  Yo estaré en la oficina, si me necesitan. Tengo que ir a hablar con el inspector Clarck; creo que tenderemos una charla muy provechosa, porque le llevaré las pruebas que tenemos de Hyde y creo que unirán las piezas de todo lo que nos ha ocurrido, y no habrá ninguna duda al respecto.

Antes de ir al dormitorio y comprobar que Ana sigue durmiendo, le llevo un zumo con unos análgesicos.  Los deposito en su mesilla, y me dispongo a ducharme.  La ducha caliente me relaja, sobretodo cuando el agua cae sobre mi nuca. Me está empezando a doler la cabeza y es debido a toda la tensión acumulada.  En ello estoy, cuando siento un cuerpo, por mi conocido, que me abraza y besa mi espalda.  Sé de sobra quién es, y sonrio levemente, aunque ella no me ve.  Me da repetidos besos  y me acaricia, y en un  momento dado su mano baja hacia mi vientre y continúa bajando.  Se a donde quiere llegar, pero no estoy para juegos, así que de una manera brusca, detengo su mano en ese camino.  Aunque no le veo la cara, imagino que estará sorprendida ante mi negativa rotunda " No "..  Es la primera vez que la rechazo, y no por mi gusto, pero si por la gravedad del asunto que tenemos entre manos.  No estoy para bromas.  Ahora no.

Ella se queda quieta, y a continuación salgo de la ducha y del baño, dejándola sola.  Supongo que no esperaba esa respuesta por mi parte, que ha sido difícil la contención y no responder.  En otra ocasión, estaríamos ahora haciendo el amor en la ducha, pero hoy no, ahora no. Sigo muy enfadado con ella, aunque no tuviera la culpa de las intenciones de ese canalla.  Pero es tal el laberinto de cabeza que tengo, que percibo que a alguien he de culpar y de rebote pienso en Anastasia.


Ella tarda en salir de la ducha, posiblemente sorprendida por mi reacción.  Me dirijo a mi estudio y al cabo de bastante rato, vuelvo de nuevo  al mostrador de la cocina para desayunar.  Ana ya ha terminado , y está dispuesta para ir a trabajar ¿ A trabajar después de lo sucedido ? Sigo furioso, y pienso que tardará en desaparecer la rabia que siento. Siempre he tenido todo  bajo control, menos esto y a demás atañe a lo que más me importa: la seguridad de Ana.   Me pregunta si puede conducir su coche, y ante mi negativa, decide no replicar. Además irá con Prescott, una fortachona guardaespaldas que he agregado para su vigilancia:. No termina de entenderse con ella, pero Taylor  dice que es muy profesional, así que tendrá que acostumbrarse .  Se baja de la banqueta y me dice apenada y confusa que no la odie por haber faltado a su promesa y salir de copas
¿ Odiarla? Antes se secarían los mares ¿ Cómo se le ocurre decirme eso? ¿ Acaso cree que no la quiero ? Me deja perplejo y tomo su cara entre mis manos dándole un beso fuerte, profundo que me sale del alma.  Es la persona que más amo y por ella doy mi vida, ¡ cómo voy a odiarla por algo, que aunque no debió hacer, pero que,  en  realidad el suceso no ha sido por su culpa ! Ella se sorprende y se marcha  rumbo a SIP
-
Autoría:   Versión libre de 1996rosafermu( Basada en la novela de E.L.James  Cincuenta sombras de Grey)
Fotografías: Internet