TODO GREY

martes, 18 de abril de 2017

Todo Grey . Su liberación - Capítulo 12 - Expediente X

Se ha hecho de noche y hemos terminado de revisar los planos. No tenemos nada qué hacer y Ana me propone ver un rato la televisión.  Ella no tiene ganas de leer, y a mi  no me interesa mucho la televisión. A penas nos hemos sentado en la sala destinada a tal fin, y cuando lo hemos hecho, , mientras ella ve algún programa, yo me dedico a leer durante un rato.  Lo que deseo es complacerla y estar juntos el máximo de tiempo posible. Nos sentamos frente a la pantalla y busco con el mando a distancia algo que pueda interesarnos.  Ana me ha dicho que no tiene preferencia por nada.   La tengo acurrucada a mi lado , reclinada su cabeza en mi hombro.  Esto es lo que me gusta, estos momentos de tranquilidad sientiéndola junto a mi.  Zapeo incesantemente.  Los programas de cocina, no me interesan, ni los del corazón, ni los financieros, no por favor en casa y con Ana no. Las telenovelas no nos gustan. Quizá en algún canal de cine alguna película romántica como le gustan a mi chica, pero tampoco.  Me dice que no con la cabeza. Canal de series y en este me detengo; están proyectando una  que me gustaba mucho cuando era adolescente: "Expediente X", los dos detectives del FBI en busca de alienígenas,. En él me detengo.



¿ Cuántos años tenía cuando comencé a verla ? ¿ Quince, dieciséis ? Posiblemente, coincidió con otra época tortuosa de mi vida.  Un rostro femenino se dibuja en mi cabeza: Elena.  No la recuerdo con añoranza, ni con satisfacción, sino por coincidencia con esa época ya pasada. No escucho los diálogos, ni me fijo en la secuencia, sino que me evado hacia aquellos dias, hasta que la voz de Anastasia, me vuelve a la realidad

-¿ Te gusta Expediente X ? Yo no logré verla.  Era demasiado pequeña
- Vi algunos capítulos. Me gustaba; era algo nuevo en televisión por aquellos años. A mi si me gustaban, pero con el paso del tiempo, comprendo que estas aventuras eran muy infantiles.  Ahora todo es violencia, muertes, sangre ...
- Y escenas de cama aún en horario infantil-, me replica Ana
- Es cierto. No hace falta acudir a un cine para ver a una pareja hacer el amor, lo vemos en televisión y ni hacemos caso. Se ha hecho tan común..-.Ella me sonríe y me hace una pregunta que me deja perplejo
- ¿ Quieres que nos metamos mano ?
- ¿ Meternos mano ? Creo que lo hacemos con bastante frecuencia y muy satisfactoriamente-la respondo sonriendo
- Pero lo que hacemos no es meternos mano, es otra cosa
- Pues no sé a qué te refieres.  Creo que hacer el amor es bastante elocuente de que nos metemos mano por todos lados
- Pero meterse mano, no es hacer el amor. Simplemente es besarte, toquetearse un poco y nada más.
- ¿ Ah si ? Pues no lo sabía - respondo - Yo creía que era hasta el final
- ¿ Nunca te has metido mano con alguien?
- No, nunca
-¿ Ni siquiera con... ?
- Cielo, con la persona a que te refieres hacía otra cosa muy diferente. ¿ Y tú ?


- Yo si - me dice muy convencida, y es algo que no me gusta.  No me hago a la idea de que otras sucias manos se  hayan posado sobe la piel de mi Anastasia
- Tendrás que aclararme ese punto, y quién fue el degenerado que oso tocar a mi chica- Ella se rie porque sabe que hablo en broma
- Christian..., no es así
- Entonces ¿ como ? ¿ Te habían besado antes que yo ?
- Por supuesto, aunque no de esa forma
- ¿ Y quién fue ?
-Un compañero de clase
- ¿ Cuántos años tenías?
- No lo sé seguro, pero creo que unos quince más o menos
- Fuísteis novios?
-No. Cuando termino el curso él se fue por un lado y yo por otro. No nos volvimos a ver
- Bien, pues quiero saberlo todo.

Seguimos la broma, quizá recordando aquellos años.  Yo quiero averiguar en qué consiste ese juego.  Nunca lo he practicado con nadie; ni siquiera sabia que se podía jugar a eso, besarse y tocarse, sin llegar a más. Claro que lo de tocarse, conmigo era algo muy difícil.  En ese caso, hubiera sido yo quién lo hiciera,  y la chica de turno no pasase de besarme. La beso dulcemente y la pregunto si ese compañero suyo beso el contorno de su boca o profundizó más en ella

- ¡ Claro que me beso ! pero no tiene nada que ver con los besos del señor Grey
- ¿ Fue de esta forma ? Tomo su barbilla, mordisqueo su labio y me hago dueño de su boca y mi lengua recorre su boca jugueteando con la suya Y mordisqueo sus labios suavemente con los mios, con los dientes,  y la beso una y otra vez posando suavemente mis labios sobre los de ella.
- Nada que ver - suspira mientras me mira
- ¿ Te tocó así ? - y recorro  su escote depositando mi mano sobre su pecho y jugueteando con el pezón. Ella se rebulle un poco entre mis brazos, y sus labios comienzan a entre abrirse. Y beso cada uno de sus pechos, y retuerzo sus pezones que responden a mi contacto.  Y bajo por su escote y recorro su estómago y sus nalgas, que pellizco suavemente
- ¿ Así,?  ¿ Lo hacía asi ? - le digo mirando su rostro y buscando en sus ojos la petición silenciosa de que siguiera
- No...- dice con voz débil- Nunca... nada que ver

Recorro el resto del cuerpo suavemente, deteniéndome en la cadera  e introduciendo la mano bajo el pantalón que lleva puesto, ,  llegando hasta su parte más íntima, y comienzo a acariciar lo más dulce de su anatomía.  Ella sigue agitándose y yo siento la excitación dentro de mi, pero ella me dice sonriendo y medio en broma, sintiendo que estoy dispuesto a ir más allá.
- El meterse mano no significa tener sexo; sólo son caricias



Pero es difícil controlarse, llegando a este punto.  Me tumbo sobre ella, mientras mis manos la abrazan, sintiendo su piel en la mia Y paseo mi cuerpo por el de ella, oprimiéndolo con  fuerza; deseo que me sienta.  Ella gime tenuamente. Y lo quiere, y yo lo quiero y no hay nada que nos impida tomarlo. Cierra los ojos cada vez que mi mano recorre su figura y yo quiero sentir esa sensación tan sensual y le pido que me toque; y ella obedece mi voz, y suavemente recorre mi cuerpo como yo he hecho con el de ella, y llega hasta la parte más sexual, como hice anteriormente con ella. Y yo respondo, y ella responde, pero aún no.  No es el tiempo; deseo que esta sensación se prolongo al máximo, porque también deseo comprobar si   busco su contacto solamente, o también saber de una vez si ese acto tan natural lo voy superando.  Ella se muestra extrañada y me  pregunta si continua o quiero que se detenga.

- ¿ Que si me gusta que me toques? Ana, tus manos sobre mi es agua limpia, fresca, para un sediento. ¿Puedes imaginar, siquiera lo atractiva que eres, lo atractiva que estás en estos momentos?  Tienes una expresión en tu rostro de deseo, que me incita a hacer locuras contigo.  La incorporo y le quito la prenda que lleva puesta.  Le bajo los pantalones y veo su cuerpo desnudo a mi disposición.  Yo me quito la camiseta y la siento sobre mi regazo.  Así, teniéndola tan cerca, el deseo de que pasee sus manos por mi cuerpo, se hace presente, incontenible.  Y se lo pido una y otra vez, y ella lo hace  dulcemente, sin apenas rozar mi piel.  Pero recorre las cicatrices una por una, y no deja de mirarme observando, quizá, mi reacción. Ya no me tenso, al contrario me excita y entreabro los labios de deseo. Pienso que mis ojos brillarán de lujuria y excitación por poseer el cuerpo de mi mujer que está obrando su magia sobre mi. Y suave, dulce y amorosamente, me introduzco en ella a un ritmo lento.  Quiero saborear ese momento y ella recorre mis hombros, mis brazos y mi pecho, jugueteando con mi vello. Echa la  cabeza hacia atrás, cierra los ojos y abre los labios. Creo que yo debo hacer lo mismo, pero la miro, la miro con adoración y de mi boca sale un grito profundo de puro placer, al unísono con ella y el orgasmo nos parte a ambos por la mitad, y nos abrazamos intensamente y yo repito su nombre, como cada vez que llego al clímax. ¿ Por qué me ocurre eso?   Muchas veces lo he pensado.   Nunca , por placenteras que hayan sido mis relaciones sexuales, había pronunciado el nombre de ninguna mujer.  Pero Ana es y ha sido¡ tan diferente.!..  El placer, el éxtasis sentido con ella, no tiene comparación con nada. Quizá sea contagioso y a ella le ocurra lo mismo.  Yo he sido el autor de ello, su instructor, y es normal que al hacer el amor, ambos sintamos la misma exquisita sensación de placer.



Permanecemos tumbados en el suelo de la sala sin hablar, solo respirando la sensación que acabamos de sentir.  Está comprobado que con Anastasia no cabe el aburrimiento; cada día es distinto con ella, aunque terminemos haciendo lo mismo, pero siempre es excitante, nunca se repite.  Permanecemos con los ojos entornados y mis brazos la estrechan contra mi cuerpo, sintiendo su piel sobre la mía. Ha sido una fase nueva en nuestra relación: me ha besado, las cicatrices, las ha acariciado, todas ellas, y yo las he recibido con placer infinito, con deseo de que lo hiciera, y mis músculos no se han alterado, ni me han creado dolor alguno, sólo un placer absoluto de haberlo sentido por primera vez en mi vida.

En la pantalla" Expediente X", se despide hasta un nuevo capítulo.


 Nosotros hemos tenido nuestro especial capítulo de deseo, placer y amor.Ha sido una experiencia nueva para mi, que sin duda repetiremos en otra ocasión. Ha sido romántico y muy placentero.  Mañana volveremos a la realidad y echaré mucho de menos el no estar permanentemente al lado de Ana.  Pero también vuelven las preocupaciones y los problemas acarreados por Hyde. Habremos de aumentar la seguridad, y extenderla hasta  mis padres.Pero eso será mañana, ahora quiero saborear lo que acabamos de vivir.



Autoría:   Versión libre de 1996rosafermu( Basada en la novela de E.L.James  Cincuenta sombras de Grey)
Fotografías: Internet

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