Habían pasado dos semanas desde su último encuentro con la chica de Arkansas. Se enfrascaba cada mañana, más a fondo en el ejercicio físico. Necesitaba un cambio. Algo que le distrajera del aburrimiento mortal que sentía. Cada fin de semana estaba con una chica diferente, pero eso tan placentero, se había convertido en una rutina. Ya no sentía lo mismo que antes. Gozaba sexualmente de ellas, pero era una pura transacción comercial entre ambos. Todas eran parecidas: chicas guapas, morenas, menudas y sumisas. La única voz que imperaba, los únicos deseos expresados, eran los suyos. A cambio las compensaba con grandes regalos y ellas se sentían halagadas. No era un hombre egoísta ni tacaño, muy al contrario, su esplendidez rayaba en el exagerado. Pero quería que todo el que estuviera a su alrededor, tuviera una vida cómoda. A pesar de que sus relaciones sexuales eran consensuadas y de mutuo acuerdo con las prácticas amorosas, sentía la necesidad de ser generoso. No era un pago a cambio de sexo, sino un regalo por haber satisfecho sus necesidades físicas.
Dejó de contemplar el exterior. El ventanal era lo suficientemente grande como para abarcar el trepidante panorama de la ciudad. Miró al cielo gris y pensó
- Acabará lloviendo. En Seattle siempre llueve. Quizá me vendría bien un viaje en el Grace por la costa y atracar en algún solitario y tranquilo lugar , con un paisaje bonito. Veré lo que hago. Sentado en el sillón miró su reloj y comprobó que estaba a punto de llegar su próxima cita. El paseo por sus recuerdos le había puesto nostálgico. La verdad es que poca gente con edad tan corta, puede decir que tiene una vida tan intensa. Christian la había tenido, muy a su pesar.
Gozaba de su familia, a la que veía de vez en cuando, en alguna comida o cena familiar. Se sentía a gusto con ellos, relajado. Las bromas y las peleas entre Elliot y él, no eran como antaño. Los dos hermanos se querían de verdad y ambos se respetaban mutuamente, aunque a veces Elliot le gastara bromas con su soltería y soledad sin chicas. El escuchaba sonriendo, pensando en lo lejos y equivocado que estaba, y sabía que el pensamiento de su familia era el que sus gustos no iban , precisamente por las mujeres. Nunca trató de sacarles de su percepción. No importaba lo que pensasen. El sabía lo que en realidad quería, pero no iba ni a confesar sus gustos extraños, ni a sacarles de su error . Era problema de ellos , y no de él. Que pensasen lo que quisieran, si eso les hacía sentirse más cómodos. Solamente Carrick y Grace, obviaban ese tema, lo que hacía que Cristian pensase que tenía razón y que ellos pensaban que era gay. Su hermana Mia, que ahora cursa estudios culinarios en Paris, era la que, siempre le lanzaba alguna indirecta expresándole lo que se alegraría de conocer a su novia. Aunque sabía que no tenía, nunca le hacía alusión alguna referente al tema. El dejaba la cuestión en el aire. Una llamada por el interfono, le sacó de sus reflexiones
-¿ Qué Andrea?
- Señor Grey, está aquí la señorita Steele
- Me es imposible recibirla. De un momento a otro vendrá la señorita Kavanahg. De hecho la estoy esperando
- Verá señor Grey. La señorita Steele, viene en su lugar, parece ser que ella se ha puesto enferma
- Pues podía haber avisado antes. No me apetece nada esas entrevistas de aficionados. Se la concedo por puro compromiso, pero a esta otra... Está bien. Acabemos cuanto antes. Hágala pasar, por favor
... Y el resto ya lo sabéis. Espero hayáis disfrutado, con la percepción de Christian y la evocación de su comienzo a la vida. En episodios sucesivos, os contaré cómo llego al mundo, y conoceremos a su madre biológica. Deseo que sigáis dedicando un poquito de vuestro tiempo para conocer a esta enigmática figura, a un buen hombre, caritativo y noble, que por una realidad adversa pensó que merecía ese destino que marcó su vida, y de qué manera, la aparición de una tímida e insegura muchacha lo cambió todo.
Continuará . . . . . .
Autora del relato 1996rosafermu, basado en la trilogía de la escritora británica E L James, Cincuenta sombras de Grey
Ilustraciones: Archivo de 1996rosafermu
DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS
Dejó de contemplar el exterior. El ventanal era lo suficientemente grande como para abarcar el trepidante panorama de la ciudad. Miró al cielo gris y pensó
- Acabará lloviendo. En Seattle siempre llueve. Quizá me vendría bien un viaje en el Grace por la costa y atracar en algún solitario y tranquilo lugar , con un paisaje bonito. Veré lo que hago. Sentado en el sillón miró su reloj y comprobó que estaba a punto de llegar su próxima cita. El paseo por sus recuerdos le había puesto nostálgico. La verdad es que poca gente con edad tan corta, puede decir que tiene una vida tan intensa. Christian la había tenido, muy a su pesar.
Gozaba de su familia, a la que veía de vez en cuando, en alguna comida o cena familiar. Se sentía a gusto con ellos, relajado. Las bromas y las peleas entre Elliot y él, no eran como antaño. Los dos hermanos se querían de verdad y ambos se respetaban mutuamente, aunque a veces Elliot le gastara bromas con su soltería y soledad sin chicas. El escuchaba sonriendo, pensando en lo lejos y equivocado que estaba, y sabía que el pensamiento de su familia era el que sus gustos no iban , precisamente por las mujeres. Nunca trató de sacarles de su percepción. No importaba lo que pensasen. El sabía lo que en realidad quería, pero no iba ni a confesar sus gustos extraños, ni a sacarles de su error . Era problema de ellos , y no de él. Que pensasen lo que quisieran, si eso les hacía sentirse más cómodos. Solamente Carrick y Grace, obviaban ese tema, lo que hacía que Cristian pensase que tenía razón y que ellos pensaban que era gay. Su hermana Mia, que ahora cursa estudios culinarios en Paris, era la que, siempre le lanzaba alguna indirecta expresándole lo que se alegraría de conocer a su novia. Aunque sabía que no tenía, nunca le hacía alusión alguna referente al tema. El dejaba la cuestión en el aire. Una llamada por el interfono, le sacó de sus reflexiones
-¿ Qué Andrea?
- Señor Grey, está aquí la señorita Steele
- Me es imposible recibirla. De un momento a otro vendrá la señorita Kavanahg. De hecho la estoy esperando
- Verá señor Grey. La señorita Steele, viene en su lugar, parece ser que ella se ha puesto enferma
- Pues podía haber avisado antes. No me apetece nada esas entrevistas de aficionados. Se la concedo por puro compromiso, pero a esta otra... Está bien. Acabemos cuanto antes. Hágala pasar, por favor
... Y el resto ya lo sabéis. Espero hayáis disfrutado, con la percepción de Christian y la evocación de su comienzo a la vida. En episodios sucesivos, os contaré cómo llego al mundo, y conoceremos a su madre biológica. Deseo que sigáis dedicando un poquito de vuestro tiempo para conocer a esta enigmática figura, a un buen hombre, caritativo y noble, que por una realidad adversa pensó que merecía ese destino que marcó su vida, y de qué manera, la aparición de una tímida e insegura muchacha lo cambió todo.
Continuará . . . . . .
Autora del relato 1996rosafermu, basado en la trilogía de la escritora británica E L James, Cincuenta sombras de Grey
Ilustraciones: Archivo de 1996rosafermu
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