TODO GREY

jueves, 16 de febrero de 2017

Todo Grey - Capítulo 4 - Un lugar especial

¡ Qué diferencia con el día anterior, en el que todo fue euforia y optimismo !  Sin embargo, hoy, al terminar su jornada, todo era desilusión.  Pensaba que había vivido un espejismo, y que inclusive, ella, se había reído de aquel joven inexperto, de carácter vivo,  que parecía iba a comerse el mundo, pero esa situación del plantón de Elena, costaba digerirla.  Sencillamente no consentiría que le tomara como un juguete.

Hoy no corría, ni tenía ganas de sonreír.  Comprendía la situación, pero no le gustaba. Rumiaba con la cabeza baja, que tenía que cortar aquello rápidamente. No era bueno ni para ella ni para él.  No quería ponerla en situaciones difíciles con su familia, así que se planteó decir a su madre que no volvería


- Es demasiado trabajo, y aún no se siquiera, si me van a pagar algo.  Claro que mirándolo bien, yo ya he cobrado por anticipado.

Sólo ese pensamiento hizo que su cara se distendiera con un amago de sonrisa.  Cuando llegó a casa, encontró como siempre a Marta trajinando en la cocina.  Su madre se retrasaría, al tener el turno de tarde.

- Lo mejor es tomar una ducha y acostarme.  A ver si con un poco de suerte me duermo pronto.  Quizá debería dejar de ir pasado mañana. Tengo que hablar con mamá, y sé que esta noche llegará tarde y cansada.  En definitiva, da igual tardar un día más o menos.

Pero, a pesar de dormirse enseguida, no tardó en desvelarse hacia las dos de la madrugada.  Intentaba volverse a dormir, pero tardó mucho en conseguirlo.  Y es que la imagen de ella no se le borraba de la imaginación.

Comenzó su trabajo como cada día.  Ni siquiera miró por ver si aparecía ella, y si lo hizo, deprisa, sin apenas dirigirle la palabra . Rápidamente le entregó una nota, al tiempo que en voz alta decía a su marido:


- Linc, ya estoy lista.  Cuando quieras nos vamos.

No tardó en salir el señor Lincoln y con una sonrisa radiante se despidió de Christian, que seguía cargando y descargando como si no fuera con él.  En cuanto el coche se puso en marcha, leyó ansioso la misiva,

" No puedo hoy tampoco, pero mañana te espero en la cafetería que hay a la entrada de Bellvue. Creo que la conoces, porque la frecuentamos con tus padres. Se puntual, a las seis. Di en casa que te retrasarás porque vas a ir al cine con unos amigos. Es una sorpresa. Mi marido estará fuera todo el fin de semana, así que ya sabes..."

Bastó esa breve nota, para que su estado de ánimo cambiara totalmente. ¿ Para qué querría verse en una cafetería ? Era sumamente extraño. Y era una sorpresa. Y además tenía que mentir a su madre. Dudaba en lo de ir al cine con sus amigos, porque posiblemente le diría que no.  A Grace no le gustaba las compañías que frecuentaba, y de momento no se le ocurría nada.  Siguió dando vueltas en su cabeza buscando el motivo para faltar de casa algunas horas.  Estaba visto que ella querría algo de él, pero ¿que diría a Linc?


Acababa de cenar y pasaban de las once, cuando llegó Grace

- Hola cariño ¿ qué tal hoy?- le dijo dándole un beso en el pelo

- Aburrido mamá, y muy pesado. ¿ Podría ir mañana al cine después del trabajo?

-¿ Al cine ? Pero si nunca vas al cine ¿ Con quién irías ?

-Es que he visto a Tyler, ya sabes el amigo de Elliot, y me ha dicho que en los cines del centro comercial ponen una película muy buena, y que me invitaba.  Hace mucho que no le veía, y Tyler fue amigo mío también cuando llegué a casa

- Si, ya recuerdo a Tyler.  Si es con él, de acuerdo. Creí que irías con esos gamberros amigos tuyos, que no me gustan nada

- Peter y los otros.  Desde que trabajo,  no he vuelto a verlos, pero sé que se ríen de mi

-  Y a  ti ¿ qué te importa?  Estoy deseando de que dejes de verles. Ya se que son los únicos amigos que tienes, pero ¿ podrías hacer un esfuerzo y buscarte otra clase de gente?


- Lo intentaré mamá, lo intentaré

- Dime Christian ¿ cómo es que ahora te muestras tan razonable?

- Alguna vez tenía que cambiar - respondió riendo.  Por nada del mundo diría a su madre lo que lo había motivado.  Nunca le daría ese disgusto, porque seguro que se lo llevaría.  En el fondo sabía que lo que habían hecho y estaban a punto de hacer, no era lo correcto, pero sus instintos eran más fuertes que cualquier razonamiento.

Entró en la cafetería buscando con la mirada la imagen de Elena, y allí estaba ella, mágica, radiante.
Con una amplia sonrisa fue a su encuentro, y para guardar las formas, pues ella al menos, era clienta habitual del local, la saludó estrechando su mano.  A Elena ese gesto la hizo gracia, y no pudo por menos que echarse a reir

- ¡ Por Dios, qué ceremonioso!

- Tenía muchas ganas de verte.  Creí que nunca volveríamos a estar juntoss, y hasta pensé en no ir a trabajar más

- ¿ Por qué ibas a hacer eso?  Estoy casada Christian, y he de guardar las apariencias, así que sé dócil y no me compliques la vida

- ¿ Para que querías que nos viéramos aquí?- dijo cortando la conversación


- Vamos a ir a un lugar en donde tendremos la privacidad que queramos, sin testigos ni alarmas.  Eso si,  tendré que estar en casa lo más tardar a las diez.  Linc tiene una cena de negocios y llegará tarde, y como siempre,  algo bebido, y posiblemente habrá estado con otra mujer

-¿ Y es habitual que haga eso?

- Bastante habitual... si

- ¿ Por qué lo aguantas? Eres una mujer muy bella y por lo que he podido comprobar, bastante ardiente.  No entiendo cómo tu marido no besa por donde pisas

-En un tiempo estuvimos enamorados, pero se cansó pronto de mi y comenzó a llegar tarde a casa y a no hacerme el amor.  Tampoco me importó demasiado. Me busqué  mi propio desahogo

-¿ Quieres decir que te echaste un amante?

- No un amante.  No creo en el amor, Christian, pero si en las satisfacciones que te proporciona.  Y para eso, no hace falta estar enamorado.  Simplemente encontrar a alguien que te guste y el resto ya lo sabes

- Entonces yo he sido ese entretenimiento ¿ no ?


- Pues no. Me has gustado hace mucho tiempo, pero ya has crecido, y te has convertido en alguien muy apetitoso, y si, ahora serás mi amante, pero...  hay algo más que deseo explicarte y que tiene su recompensa y su contrapartida

- Perdona, pero no te estoy entendiendo nada

- Voy a enseñarte un mundo que ni siquiera imaginas, en el que el placer no tiene nada que ver con lo que vivimos hace unos días.  Pero también hay castigos, como cuando un niño hace una travesura y se le castiga mandándole a un rincón para que piense en lo que ha hecho mal.  Sólo que aquí no hay rincones, sino cama y aparatos que te sumen en un éxtasis sublime que jamás has sentido.  Bueno la verdad es que tu estás recién estrenado, pero si lo aceptas, yo te enseñaré y puedo asegurarte que jamás volverás a ser el mismo referente al sexo.

- Me tienes intrigado, Elena. No entiendo lo que me dices ¿ qué clase de aparatos son ?

- Tienes que verlo y  sentirlo.  Sólo así lo comprenderás todo.  Paga la cuenta de las bebidas y vámonos.  Estoy impaciente por llevarte allí.

- ¿ Es lejos de aquí ?

- Está a las afueras, pero he traído el coche.  Llegaremos enseguida

- Me tienes muy intrigado.  Estoy deseando ver la sorpresa. Pero haremos el amor ¿ verdad?

No pudo por menos de romper en una carcajada, ante la respuesta de Christian.  Se notaba que era
novato en todo este asunto. Pero era chico listo, y aprendería pronto, y además era sexualmente ardiente lo que pensaba haría cualquier cosa por alcanzar el placer


Autoría:   Versión libre de 1996rosafermu( Basada en la novela de E.L.James  Cincuenta sombras de Grey)
Fotografías: Internet

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