Tomo aliento, y bebo un poco de agua. Es tal la intensidad de los recuerdos, que a pesar del tiempo transcurrido, aún me emocionan y me duelen, hasta el punto de que la boca se me seca...
Recuerdo que me desperté con un tremendo dolor de cabeza. Lo primero que vi, es que Ana no estaba en la cama y que yo aún seguía vestido. Vi mi chaqueta sobre una silla y mi móvil sobre la mesilla. En un principio no me alarmé. Abrí el correo y leí los que Ana me había enviado tratando de averiguar cómo y dónde estaba, a los que por razones obvias, al no leerlos, no di contestación.Y también uno de Elena a modo de despedida al que no presté atención.¿ Se habría marchado Ana ya a trabajar? Miré el reloj y comprobé que era muy temprano. Y fue entonces cuando todas mis alarmas comenzaron a sonar: no había dormido conmigo ¿ dónde estaba ?
Rápidamente me tiré de la cama y salí al salón. La señora Jones preparaba el desayuno. Taylor, Sawyer y Ryan tomaban un café en la encimera y hablaban en voz baja de algo. Posiblemente de nuestra bronca de ayer. Todo el mundo tuvo que enterarse por las voces que di.
-¿ Ha desayunado Ana ? - pregunto a Gail
- No señor Grey, no la he visto aún.
Me dirijo a nuestro dormitorio y compruebo que el lado de la cama de Ana está intacto, y algo, por mi conocido, angustioso, terrible por haberlo sentido en otra ocasión, cruza por mi cabeza : se ha ido. Me ha abandonado ante mi rechazo de ayer.
Corro desesperado al piso de arriba y recorro todas las habitaciones. Todas están en perfecto orden. Nadie ha dormido en ellas, ni siquiera en la de las sumisas, que ahora es la de huéspedes.
- ¡¡ Ana !!- mi grito al llamarla es desgarrador, tanto que todos suben alarmados pensando que ha ocurrido algo. ¡ Y claro que ha ocurrido ! Ana me ha abandonado. Comienzo a dar órdenes desencajado y como loco
- Taylor ve a casa de Kate a ver si está alli´
-Sawyer al teléfono. Localiza si ha salido de viaje y en qué medio. Averigua si se ha marchado a Savannah
-Ryan tú a los hospitales y a la policía
- Yo llamaré a mis padres a ver si ha ido allí
- ¿ Qué puedo hacer yo, señor Grey? - me dice una llorosa y descompuesta Gail
-Gail, permanezca aquí por si regresara.¿ Dónde habrá ido ?
- La encontraremos. No se desespere
- Gail, Gail ¿ qué voy a hacer sin ella ?
Por la conversación que tengo con mis padres, sé que no está allí. Mi madre extrañada pregunta si ha ocurrido algo, por la hora tan temprana de llamar
- No mama, me he confundido de número. Todo está bien. Iremos por allí en cualquier momento - La digo para cortar cuanto antes la comunicación
Al cabo de un rato todos volvemos a reunirnos en el salón. No se sabe nada de ella. Ni su madre, ni Kate, ni mis padres saben nada . Comienzo a llamarla como un loco nuevamente y nuevamente hago revisar todas las habitaciones, una búsqueda infructuosa: todo sigue igual. El cuarto rojo permanece cerrado con llave, y ahí no se refugiaría. Vuelvo desalentado y hundido.
Cada uno aporta una idea, y de repente la conversación se corta. Yo extrañado levanto la mirada hacia las personas que tengo delante y observo que miran fijamente a las escaleras. Me giro y por ella desciende Ana envuelta en una bata y un chal.
- Sawyer, estaré lista enseguida- es todo lo que dice.
Nos quedamos petrificados, y yo voy en su busca enfadado y alarmado por el susto. Pero al mismo tiempo aliviado porque la tengo frente a mi
-¿Dónde estabas ? - pasa por delante en dirección al dormitorio. Intento sujetarla por el brazo, pero ella me mira, y sin pronunciar palabra, me lanza el mensaje de: " ni se te ocurra tocarme". Vuelvo a preguntarla pero ella sigue su camino sin decirme nada ignorándome por completo.
Y voy tras ella al dormitorio. Veo como prepara su ropa para ir a trabajar,como si nada hubiera ocurrido, pero en su semblante se refleja la ansiedad,, el malestar, y el enfado en sus preciosos ojos, que ahora no son dulces, sino feroces cada vez que me mira. Entra en el baño y echa el pestillo de la puerta. Yo agito el picaporte. Nunca había cerrado la puerta de nuestro baño
- Abre la puerta Ana
- No - responde rotunda
- Abre la puerta de una puñetera vez - la digo más airado dando golpes en la madera
- Te he dicho que no. Tírala abajo si te apetece, la puerta es tuya-. Me deja sin respuesta y sólo se me ocurre contestarla " es nuestra ". Desisto de ello porque sé que por ese camino no voy a conseguir nada. Tiene razón en estar enfadada después del espectáculo de ayer, y encima, luego borracho.
Me apoyo en la pared y espero a que salga. Quiero hablar con ella, aclararlo todo. No me gusta estar enfadado de esta forma; es la segunda vez que tenemos un encontronazo como éste, y se me pone la piel de gallina al recordarlo.
Al fin la puerta se abre. Sale envuelta en una toalla, tanto su cuerpo como su cabeza. Se dobla y comienza a secarse el cabello. En eso está, cuando la toalla que cubre su cuerpo, se desliza hasta el suelo, quedando ante mi totalmente desnuda. Me recreo en su cuerpo y noto que me excito. Me acerco tratando de incorporarla y abrazarla,que como otras veces ha sido la solución del problema.
Pero un nuevo " ni se te ocurra Grey " me frena en seco. Y sonrío porque la conozco bien y sé que en cuanto le roce y la bese, se acaban todos los problemas.
- Se lo que haces - la digo. Pero ella lejos de reir, se enfada aún más y me dice algo que es como un bofetón para mi
-Sé que eres muy listo, pero te garantizo que no vas a tocarme ni un pelo de la ropa y ahora déjame que tengo que ir a trabajar
- Ana,tenemos que hablar sobre lo de ayer
- No tengo nada que hablar contigo. Sólo que te fuiste dejándome sola porque algo que tenia que haber sido de felicidad, fue algo terrible para ti. No tienes nada que hablar conmigo. Tienes con quien hablar y contarle todos nuestros problemas
-¿ Qué estás diciendo, a quién te refieres?
- Te ha faltado tiempo para decirla que estoy embarazada. Seguro que con ella has sido muy amable y hasta os habréis emborrachado juntos. ¿ También te has acostado ?
-Noooo. No he hablado con nadie de lo nuestro. Eso solo corresponde a nuestra intimidad, nadie más debe saber nada al respecto.
Ella mientras, sigue vistiéndose, maquillándose y perfumándose. Y a mi me está volviendo loco porque no conseguimos aclarar nada y la deseo con todas mis fuerzas. Deseo tenerla entre mis brazos, y pedirle perdón y besar esos ojos que han llorado por mi causa. Y besar esos labios que son míos, dulces y tibios. Y acurrucarla y decirla que querré a ese niño porque es parte de ella. Pero no me da opción a nada. Se mira al espejo coqueteando, coge el bolso y su maletín y se planta delante de mi, que obstruyo la puerta. Con la mirada me indica que me aparte. Se marcha y seguimos disgustados, y yo como para reafirmarme se me ocurre decirle
- ¿ Y tú porque invades mi intimidad leyendo mis correos?
- Los leí porque por accidente se cayó el teléfono cuando te quitaba la chaqueta, porque tu de lo borracho que estabas no podías desnudarte. Al caer se abrió el correo y leí el mensaje de ella. A mi no me necesitas. Tienes a la señora Robinson, que ella te conoce bien, y en ella confías, como has repetido miles de veces
- Ella no es nadie para mi. No significa nada
- Ella es alguien a quien te ha faltado tiempo para ir a contarle nuestras cosas. No vuelvas a decir que no es nadie para ti. Y ahora déjame pasar que voy a llegar tarde
- Así que todo sigue igual. Ni hemos hablado, ni hemos aclarado nada. Sólo seguimos discutiendo
- Buenos días Grey. Cuando regrese a la noche, recogeré mis cosas y dormiré en el cuarto de invitados. Quiero que lo sepas.
Y salió de la habitación dejándome con más dolor del que ya tenía. Definitivamente lo nuestro no va por buen camino. Ella es terca, y sé que me costará conseguir que nos sentemos a hablar aclarar todo. Y aclararle que no le dije nada a Elena y que entre ella y yo no habrá ni siquiera amistad, porque la barrera de todo está precisamente ahí. Nunca nos habíamos despedido sin arreglar nuestras cosas, pero ella no me lo está facilitando tampoco.
Autoría: Versión libre de 1996rosafermu( Basada en la novela de E.L.James Cincuenta sombras de Grey)
Fotografías: Internet
Recuerdo que me desperté con un tremendo dolor de cabeza. Lo primero que vi, es que Ana no estaba en la cama y que yo aún seguía vestido. Vi mi chaqueta sobre una silla y mi móvil sobre la mesilla. En un principio no me alarmé. Abrí el correo y leí los que Ana me había enviado tratando de averiguar cómo y dónde estaba, a los que por razones obvias, al no leerlos, no di contestación.Y también uno de Elena a modo de despedida al que no presté atención.¿ Se habría marchado Ana ya a trabajar? Miré el reloj y comprobé que era muy temprano. Y fue entonces cuando todas mis alarmas comenzaron a sonar: no había dormido conmigo ¿ dónde estaba ?
Rápidamente me tiré de la cama y salí al salón. La señora Jones preparaba el desayuno. Taylor, Sawyer y Ryan tomaban un café en la encimera y hablaban en voz baja de algo. Posiblemente de nuestra bronca de ayer. Todo el mundo tuvo que enterarse por las voces que di.
-¿ Ha desayunado Ana ? - pregunto a Gail
- No señor Grey, no la he visto aún.
Me dirijo a nuestro dormitorio y compruebo que el lado de la cama de Ana está intacto, y algo, por mi conocido, angustioso, terrible por haberlo sentido en otra ocasión, cruza por mi cabeza : se ha ido. Me ha abandonado ante mi rechazo de ayer.
Corro desesperado al piso de arriba y recorro todas las habitaciones. Todas están en perfecto orden. Nadie ha dormido en ellas, ni siquiera en la de las sumisas, que ahora es la de huéspedes.
- ¡¡ Ana !!- mi grito al llamarla es desgarrador, tanto que todos suben alarmados pensando que ha ocurrido algo. ¡ Y claro que ha ocurrido ! Ana me ha abandonado. Comienzo a dar órdenes desencajado y como loco
- Taylor ve a casa de Kate a ver si está alli´
-Sawyer al teléfono. Localiza si ha salido de viaje y en qué medio. Averigua si se ha marchado a Savannah
-Ryan tú a los hospitales y a la policía
- Yo llamaré a mis padres a ver si ha ido allí
- ¿ Qué puedo hacer yo, señor Grey? - me dice una llorosa y descompuesta Gail
-Gail, permanezca aquí por si regresara.¿ Dónde habrá ido ?
- La encontraremos. No se desespere
- Gail, Gail ¿ qué voy a hacer sin ella ?
Por la conversación que tengo con mis padres, sé que no está allí. Mi madre extrañada pregunta si ha ocurrido algo, por la hora tan temprana de llamar
- No mama, me he confundido de número. Todo está bien. Iremos por allí en cualquier momento - La digo para cortar cuanto antes la comunicación
Al cabo de un rato todos volvemos a reunirnos en el salón. No se sabe nada de ella. Ni su madre, ni Kate, ni mis padres saben nada . Comienzo a llamarla como un loco nuevamente y nuevamente hago revisar todas las habitaciones, una búsqueda infructuosa: todo sigue igual. El cuarto rojo permanece cerrado con llave, y ahí no se refugiaría. Vuelvo desalentado y hundido.
Cada uno aporta una idea, y de repente la conversación se corta. Yo extrañado levanto la mirada hacia las personas que tengo delante y observo que miran fijamente a las escaleras. Me giro y por ella desciende Ana envuelta en una bata y un chal.
- Sawyer, estaré lista enseguida- es todo lo que dice.
Nos quedamos petrificados, y yo voy en su busca enfadado y alarmado por el susto. Pero al mismo tiempo aliviado porque la tengo frente a mi
-¿Dónde estabas ? - pasa por delante en dirección al dormitorio. Intento sujetarla por el brazo, pero ella me mira, y sin pronunciar palabra, me lanza el mensaje de: " ni se te ocurra tocarme". Vuelvo a preguntarla pero ella sigue su camino sin decirme nada ignorándome por completo.
Y voy tras ella al dormitorio. Veo como prepara su ropa para ir a trabajar,como si nada hubiera ocurrido, pero en su semblante se refleja la ansiedad,, el malestar, y el enfado en sus preciosos ojos, que ahora no son dulces, sino feroces cada vez que me mira. Entra en el baño y echa el pestillo de la puerta. Yo agito el picaporte. Nunca había cerrado la puerta de nuestro baño
- Abre la puerta Ana
- No - responde rotunda
- Abre la puerta de una puñetera vez - la digo más airado dando golpes en la madera
- Te he dicho que no. Tírala abajo si te apetece, la puerta es tuya-. Me deja sin respuesta y sólo se me ocurre contestarla " es nuestra ". Desisto de ello porque sé que por ese camino no voy a conseguir nada. Tiene razón en estar enfadada después del espectáculo de ayer, y encima, luego borracho.
Me apoyo en la pared y espero a que salga. Quiero hablar con ella, aclararlo todo. No me gusta estar enfadado de esta forma; es la segunda vez que tenemos un encontronazo como éste, y se me pone la piel de gallina al recordarlo.
Al fin la puerta se abre. Sale envuelta en una toalla, tanto su cuerpo como su cabeza. Se dobla y comienza a secarse el cabello. En eso está, cuando la toalla que cubre su cuerpo, se desliza hasta el suelo, quedando ante mi totalmente desnuda. Me recreo en su cuerpo y noto que me excito. Me acerco tratando de incorporarla y abrazarla,que como otras veces ha sido la solución del problema.
Pero un nuevo " ni se te ocurra Grey " me frena en seco. Y sonrío porque la conozco bien y sé que en cuanto le roce y la bese, se acaban todos los problemas.
- Se lo que haces - la digo. Pero ella lejos de reir, se enfada aún más y me dice algo que es como un bofetón para mi
-Sé que eres muy listo, pero te garantizo que no vas a tocarme ni un pelo de la ropa y ahora déjame que tengo que ir a trabajar
- Ana,tenemos que hablar sobre lo de ayer
- No tengo nada que hablar contigo. Sólo que te fuiste dejándome sola porque algo que tenia que haber sido de felicidad, fue algo terrible para ti. No tienes nada que hablar conmigo. Tienes con quien hablar y contarle todos nuestros problemas
-¿ Qué estás diciendo, a quién te refieres?
- Te ha faltado tiempo para decirla que estoy embarazada. Seguro que con ella has sido muy amable y hasta os habréis emborrachado juntos. ¿ También te has acostado ?
-Noooo. No he hablado con nadie de lo nuestro. Eso solo corresponde a nuestra intimidad, nadie más debe saber nada al respecto.
Ella mientras, sigue vistiéndose, maquillándose y perfumándose. Y a mi me está volviendo loco porque no conseguimos aclarar nada y la deseo con todas mis fuerzas. Deseo tenerla entre mis brazos, y pedirle perdón y besar esos ojos que han llorado por mi causa. Y besar esos labios que son míos, dulces y tibios. Y acurrucarla y decirla que querré a ese niño porque es parte de ella. Pero no me da opción a nada. Se mira al espejo coqueteando, coge el bolso y su maletín y se planta delante de mi, que obstruyo la puerta. Con la mirada me indica que me aparte. Se marcha y seguimos disgustados, y yo como para reafirmarme se me ocurre decirle
- ¿ Y tú porque invades mi intimidad leyendo mis correos?
- Los leí porque por accidente se cayó el teléfono cuando te quitaba la chaqueta, porque tu de lo borracho que estabas no podías desnudarte. Al caer se abrió el correo y leí el mensaje de ella. A mi no me necesitas. Tienes a la señora Robinson, que ella te conoce bien, y en ella confías, como has repetido miles de veces
- Ella no es nadie para mi. No significa nada
- Ella es alguien a quien te ha faltado tiempo para ir a contarle nuestras cosas. No vuelvas a decir que no es nadie para ti. Y ahora déjame pasar que voy a llegar tarde
- Así que todo sigue igual. Ni hemos hablado, ni hemos aclarado nada. Sólo seguimos discutiendo
- Buenos días Grey. Cuando regrese a la noche, recogeré mis cosas y dormiré en el cuarto de invitados. Quiero que lo sepas.
Y salió de la habitación dejándome con más dolor del que ya tenía. Definitivamente lo nuestro no va por buen camino. Ella es terca, y sé que me costará conseguir que nos sentemos a hablar aclarar todo. Y aclararle que no le dije nada a Elena y que entre ella y yo no habrá ni siquiera amistad, porque la barrera de todo está precisamente ahí. Nunca nos habíamos despedido sin arreglar nuestras cosas, pero ella no me lo está facilitando tampoco.
Autoría: Versión libre de 1996rosafermu( Basada en la novela de E.L.James Cincuenta sombras de Grey)
Fotografías: Internet
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