Doy paso a Anastasia mientras sigo dictando instrucciones a la oficina en Seattle. La observo, la miro, está hermosa, pero tiene un rictus de enfado, y francamente, me esperaba otro recibimiento de su parte. Las palabras de Elena resuenan en mi cabeza. ¿ Es el final, me abandona por miedo ?. Mientras hablo, ella da una vuelta por la habitación observando todo, hasta el más mínimo detalle. Cuando termino , yo también estoy de mal humor. No termino de entender la animadversión que siente por Elena. Es simplemente una amiga que me da buenos consejos siempre que los necesito. Estuve unido a ella con una relación devastadora, pero eso ya quedó atrás.
Se lo he explicado una y mil veces, pero insiste siempre en lo mismo. La palabra pederastia lastima mis oidos ¿ es eso lo que la incomoda ? Es cierto que me inició siendo yo muy joven, pero también me hizo un favor enorme, por lo que la estoy agradecido, y todo eso ya pasó. ¿Por qué no puede admitirla como amiga mia ? Yo ad...
Me detengo en mi pensamiento, porque iba a decir como yo admito al fotógrafo, pero no es cierto no le admito. Ella me razona que es un amigo y que nunca ha tenido relaciones sexuales con él, y yo en cambio si las mantuve con Elena, , y además siendo un adolescente.
Anastasia, ¡ eres muy terca !. La ofreceré algo de beber si lo desea. La desilusión que me he llevado ha sido grande; quizá me precipité al iniciar el vaje. A mi me ha valido la pena, la he visto, pero no estoy tan seguro que ella haya sentido lo mismo que yo. Me acepta la copa y la voy a hacer unas preguntas algo delicadas para ella, que creo son naturales, dada la clase de intimidad que tenemos, pero sé que a ella le va a fastidiar. Lo siento nena, tengo que saberlo, es necesario para que todo vaya con normalidad y quedarme tranquilo
- ¿ Quieres algo más ?- la pregunto antes de abordar en lo que estoy interesado
- Naturalmente que quiero algo más. Te hice una pregunta que no has respondido. Y no sé si ha sido porque no quieres contestar, o es que no estás seguro de lo que vas a decirme
- Te la respondí abajo
- Pero yo necesito saber algo. ¿ Qué tipo de relación..., aparte de la que tuvístéis, existía entre vosotros, ¿os amabais ? ¿ aún la amas ?
- Te lo he dicho mil veces: no la amo, me une amistad y algún que otro negocio, simplemente eso
- ¿ Y mi otra pregunta ? ¿ Por qué eres tan pesado en responder? La amáste si o no
- No, Anastasia, no la amaba. Simplemente era joven, inexperto y tenía atracción sexual. Simplemente eso ¿Conforme ? ¿ Por qué no te das cuenta que eres tú a quién deseo?
- Es que... tengo dudas
-¿ Dudas? ¿ De qué tienes dudas ? Te he dicho que puedes preguntarme todo lo que quieras; siempre seré sincero contigo. Por cierto necesito sabes si ya has tenido la regla, la tienes, o vas a tenerla en breve
-¡ Por Dios Christian ! ¿ Cómo se te ocurre preguntarme esas cosas ?
- Porque tengo que saberlo. Sé que a vosotras os incomoda que un hombre os lo pregunte, pero yo necesito saberlo. ¿ Tomas los anticonceptivos que te recetó Green ?
- Si, los estoy tomando. Y si tengo la regla Me creas bastante violencia, lo sabes ¿ no ?
- ¿ Con molestias ?- Ella niega con la cabeza
- Perfecto. No me gustan los preservativos. Voy a preparar un baño. ¿ Necesitas algo?
- No, no necesito nada- me responde algo sofocada.
Dejo correr el agua sobre la bañera, vierto sales y las agito para que formen espuma. Hace un calor sofocante en el cuarto de baño. Ella permanece en el salón. Está cortada, nerviosa. Yo también me siento incómodo. Sé que no va a gustarle lo que la voy a hacer a continuación, pero deseo tener sexo con ella, piel con piel, pero antes ha de deshacerse de un molesto tampón que me impide el paso a su interior.. No la diré nada, simplemente me desharé de él. Posiblemente su reacción sea desmedida, como casi siempre. ¿ Pero de qué siente vergüenza ? A estas alturas de lo nuestro, debería estar relajada cuando hablamos de estas cosas. Claro que yo también me pongo de los nervios cuando menciona malamente algo de Elena.
No quiero pensar en ella ahora; me recuerda su vaticinio y no es eso lo que deseo. Pero me tiene confundido. Aún no ha mencionado ninguna palabra que me haga saber sus sentimientos hacia mi. Yo tampoco la he dicho lo que representa , así que estamos a la par. Creo que vamos a tener una noche muy alejada de lo que había planeado. En fin, Anastasia, siempre será una caja de sorpresas.
La ayudo a entrar en la bañera, pero no la atraigo hacia mi. Ambos estamos molestos el uno con el otro. Simplemente nos miramos; ella juguetea con la espuma de la bañera, yo la miro, queriendo transmitirla todo el cúmulo de sentimientos que tengo guardados en mi interior, y que no llegan a la garganta, no salen de mi boca. ¿ Será eso lo que espera ? ¿ Por qué no me lo dice ? ¿ También le da vergüenza ? Pero... ¿¿qué hace ?
Se ha aproximado a mi y me besa con pasión en los labios. Me agarra del pelo y me sujeta la cara. Yo la abrazo fuertemente. ¡ Cómo he echado de menos estas caricias! Parece que hace un siglo que no la tengo, y sin embargo han pasado unos pocos días. Me está siendo difícil seguir mi vida adelante, sin tenerla a ella cerca.
Levanta una mano, y entonces mis músculos se tensan ¿ Va a tocarme ?. Por si acaso la doy una órden tajante:
- No me toques, por favor. Es algo que no puedo soportar
-No iba a hacerlo, pero ¿ me explicarás algún día el por qué ?
- No preguntes, no lo hagas y en paz.
-¿ Por qué estás tan frio y distante conmigo?
-Eres tú la que estás distante. He venido hasta aquí con la ilusión de verte, creyendo que te daría una sorpresa, y fíjate cómo estamos: enfadados y sin a penas dirigirnos la palabra. Nunca había hecho esto por nadie, sólo por ti. Aún no te das cuenta de lo que representas para mi, y eso me duele y me hace desconfiar
- ¿De qué desconfias, de mi ? - me pregunta perpleja
- A veces, si. Tienes unas reacciones un tanto extrañas, y eso me preocupa
- Pienso que no soy lo bastante para ti. Que buscas otra clase de mujer que no soy, y que presiento nunca seré. Eso me destroza, porque yo quiero una relación más normal porque tu también representas mucho para mi, más de lo ue te imaginas. Y me duelen los celos
-Celos ¿ de quién? No estoy más que contigo y lo sabes; solo tú
-Celos de ella. Porque se llevó lo mejor de ti, y porque pienso que sigues atado a ella y que no puedo evitar el pensar que hagas comparaciones. Porque ella tiene experiencia y te da lo que tu deseas, y yo no puedo. Por eso tengo celos. Porque todavía no entiendo por qué te has fijado en mi
- ¿ Que por qué me he fijdo en ti ? Porue eres mi diosa, porque te necesito a mi lado, porque deseo cuidarte, porque me hechizaste desde el primer momento en que te vi. Ella significó mucho en miv vida, pero se acabó. Ya no existe nada entre nosotros como no sea algo de tipo comercial. Nada más, y no voy a volver a reptirlo.
¡ Me quiere !.Acaba de decírmelo, pero ¿ por qué yo no la he dicho lo mismo ? Es como si me diera miedo pronunciar esa palabra, y sin embargo daría mi vida por ella. La quiero, si la quiero, pero algo me impide confesarlo. La atraigo hacia mi y vuelvo a besarla. La siento en mi regazo Ella se agarra al borde la bañera y me mira directamente a los ojos con ternura, pidiéndome algo ¿el qué? Las palabras no salen de su boca, que yo beso apasionadamente.Y entre caricias y espuma de sales, hacemos el amor. Y ambos suspiramos al unísono, y yo invoco su nombre como una plegaria, porque es mi diosa del amor, Afrodita. Cómo convencerla que no necesito más. Que ella me satisface en todo. Que el sexo con ella es extraordinario, especial, y yo sé que siente lo mismo que yo. Dulce Anastasia, no sientas celos de nadie porque mis ojos, mi corazón, mi cabeza , son absolutamente tuyos y de nadie mas. Y llegamos al clímax y el éxtasis es enorme. Anastasia grita y yo jadeo fuerte una vez y otra y por fin con un suspiro largo y profundo, ella cae rendida entre mis brazos. Yo la aprieto contra mi pecho con todas mis fuerzas. No quiero que se me escurra, que se me vaya, no quiero perderla. Es mia y siempre lo será. Y yo soy suyo, suyo de verdad como no lo he sido de ninguna otra.
¡ Ana, mi Ana !, la susurro al oido . Ella con los ojos entornados, posa su mano en mi mejilla acariciándome. Trato de retirarle la mano, pero no lo hago; me complace esa caricia suave sobre mi cara. y la dejo hacer. Y esa dulce caricia, ha sido suficiente para que de nuevo la desee; y vuelvo a colmarla de caricias, de besos, de deseos ocultos de pertenecerla y nuevamente nos estimulamos el uno al otro. Y nuevamente vuelvo a acariciar su cuerpo maravilloso y nuevamente le hago el amor, y nuevamente ella me responde de la misma manera, hasta quedar rendidos y exhaustos. Y sólo puedo pronunciar su nombre ¡ Oh Ana!
Al salir de la bañera, la seco como si de una niña se tratara. deseaba hacerlo, mimarla, adorarla. Los días que no la había tenido se me hicieron insufribles. ¿ Tanto la necesito ? ¿Cómo es posible que sienta este "algo" que me está ocurriendo, y que nunca había sentido ? Es una dulce y a la vez desgarradora sensación de no llegar a alcanzar ese sueño tan deseado. ¡ Oh Anastasia, eres una luz cegadora que deslumbra mi alma oscura, y sin embargo ni siquiera deseo parpadear, porque si lo hiciera, tengo la sensación de pérdida, otra vez, como cuando era niño y me sentí abandonado y solo. No quiero esa soledad, quiero tu cuerpo y el mio juntos, para siempre.
Pero a pesar de mis sentimientos hacia ella, hay algo que me impide decírselo. ¿ Es miedo, vergüenza o ignorancia? O quizá todo junto. Pienso que ella necesitará saberlo, al igual que yo he necesitado saber que me quiere. Buscaré la ocasión , pero ahora deseo disfrutar de ella. La veo relajada tumbada sobre mi pecho tranquila después de haber hecho el amor, y siento que me pertenece y que yo la pertenezco a ella, y que no existe nada ni nadie sobre la Tierra, que sólo estamos ella y yo para amarnos y adorarnos mutuamente. Que ésto nuevo y desconocido, me desborda, me empuja hacia ella y no me importa. No me importa que mi vida dependa de una palabra tuya, mi dulce Anastasia.
Autoría: Versión libre de 1996rosafermu( Basada en la novela de E.L.James Cincuenta sombras de Grey)
Fotografías: Internet
DEREC HOS DE AUTOR RESERVADOS
Se lo he explicado una y mil veces, pero insiste siempre en lo mismo. La palabra pederastia lastima mis oidos ¿ es eso lo que la incomoda ? Es cierto que me inició siendo yo muy joven, pero también me hizo un favor enorme, por lo que la estoy agradecido, y todo eso ya pasó. ¿Por qué no puede admitirla como amiga mia ? Yo ad...
Me detengo en mi pensamiento, porque iba a decir como yo admito al fotógrafo, pero no es cierto no le admito. Ella me razona que es un amigo y que nunca ha tenido relaciones sexuales con él, y yo en cambio si las mantuve con Elena, , y además siendo un adolescente.
Anastasia, ¡ eres muy terca !. La ofreceré algo de beber si lo desea. La desilusión que me he llevado ha sido grande; quizá me precipité al iniciar el vaje. A mi me ha valido la pena, la he visto, pero no estoy tan seguro que ella haya sentido lo mismo que yo. Me acepta la copa y la voy a hacer unas preguntas algo delicadas para ella, que creo son naturales, dada la clase de intimidad que tenemos, pero sé que a ella le va a fastidiar. Lo siento nena, tengo que saberlo, es necesario para que todo vaya con normalidad y quedarme tranquilo
- ¿ Quieres algo más ?- la pregunto antes de abordar en lo que estoy interesado
- Naturalmente que quiero algo más. Te hice una pregunta que no has respondido. Y no sé si ha sido porque no quieres contestar, o es que no estás seguro de lo que vas a decirme
- Te la respondí abajo
- Pero yo necesito saber algo. ¿ Qué tipo de relación..., aparte de la que tuvístéis, existía entre vosotros, ¿os amabais ? ¿ aún la amas ?
- Te lo he dicho mil veces: no la amo, me une amistad y algún que otro negocio, simplemente eso
- ¿ Y mi otra pregunta ? ¿ Por qué eres tan pesado en responder? La amáste si o no
- No, Anastasia, no la amaba. Simplemente era joven, inexperto y tenía atracción sexual. Simplemente eso ¿Conforme ? ¿ Por qué no te das cuenta que eres tú a quién deseo?
- Es que... tengo dudas
-¿ Dudas? ¿ De qué tienes dudas ? Te he dicho que puedes preguntarme todo lo que quieras; siempre seré sincero contigo. Por cierto necesito sabes si ya has tenido la regla, la tienes, o vas a tenerla en breve
-¡ Por Dios Christian ! ¿ Cómo se te ocurre preguntarme esas cosas ?
- Porque tengo que saberlo. Sé que a vosotras os incomoda que un hombre os lo pregunte, pero yo necesito saberlo. ¿ Tomas los anticonceptivos que te recetó Green ?
- Si, los estoy tomando. Y si tengo la regla Me creas bastante violencia, lo sabes ¿ no ?
- ¿ Con molestias ?- Ella niega con la cabeza
- Perfecto. No me gustan los preservativos. Voy a preparar un baño. ¿ Necesitas algo?
- No, no necesito nada- me responde algo sofocada.
Dejo correr el agua sobre la bañera, vierto sales y las agito para que formen espuma. Hace un calor sofocante en el cuarto de baño. Ella permanece en el salón. Está cortada, nerviosa. Yo también me siento incómodo. Sé que no va a gustarle lo que la voy a hacer a continuación, pero deseo tener sexo con ella, piel con piel, pero antes ha de deshacerse de un molesto tampón que me impide el paso a su interior.. No la diré nada, simplemente me desharé de él. Posiblemente su reacción sea desmedida, como casi siempre. ¿ Pero de qué siente vergüenza ? A estas alturas de lo nuestro, debería estar relajada cuando hablamos de estas cosas. Claro que yo también me pongo de los nervios cuando menciona malamente algo de Elena.
No quiero pensar en ella ahora; me recuerda su vaticinio y no es eso lo que deseo. Pero me tiene confundido. Aún no ha mencionado ninguna palabra que me haga saber sus sentimientos hacia mi. Yo tampoco la he dicho lo que representa , así que estamos a la par. Creo que vamos a tener una noche muy alejada de lo que había planeado. En fin, Anastasia, siempre será una caja de sorpresas.
La ayudo a entrar en la bañera, pero no la atraigo hacia mi. Ambos estamos molestos el uno con el otro. Simplemente nos miramos; ella juguetea con la espuma de la bañera, yo la miro, queriendo transmitirla todo el cúmulo de sentimientos que tengo guardados en mi interior, y que no llegan a la garganta, no salen de mi boca. ¿ Será eso lo que espera ? ¿ Por qué no me lo dice ? ¿ También le da vergüenza ? Pero... ¿¿qué hace ?
Se ha aproximado a mi y me besa con pasión en los labios. Me agarra del pelo y me sujeta la cara. Yo la abrazo fuertemente. ¡ Cómo he echado de menos estas caricias! Parece que hace un siglo que no la tengo, y sin embargo han pasado unos pocos días. Me está siendo difícil seguir mi vida adelante, sin tenerla a ella cerca.
Levanta una mano, y entonces mis músculos se tensan ¿ Va a tocarme ?. Por si acaso la doy una órden tajante:
- No me toques, por favor. Es algo que no puedo soportar
-No iba a hacerlo, pero ¿ me explicarás algún día el por qué ?
- No preguntes, no lo hagas y en paz.
-¿ Por qué estás tan frio y distante conmigo?
-Eres tú la que estás distante. He venido hasta aquí con la ilusión de verte, creyendo que te daría una sorpresa, y fíjate cómo estamos: enfadados y sin a penas dirigirnos la palabra. Nunca había hecho esto por nadie, sólo por ti. Aún no te das cuenta de lo que representas para mi, y eso me duele y me hace desconfiar
- ¿De qué desconfias, de mi ? - me pregunta perpleja
- A veces, si. Tienes unas reacciones un tanto extrañas, y eso me preocupa
- Pienso que no soy lo bastante para ti. Que buscas otra clase de mujer que no soy, y que presiento nunca seré. Eso me destroza, porque yo quiero una relación más normal porque tu también representas mucho para mi, más de lo ue te imaginas. Y me duelen los celos
-Celos ¿ de quién? No estoy más que contigo y lo sabes; solo tú
-Celos de ella. Porque se llevó lo mejor de ti, y porque pienso que sigues atado a ella y que no puedo evitar el pensar que hagas comparaciones. Porque ella tiene experiencia y te da lo que tu deseas, y yo no puedo. Por eso tengo celos. Porque todavía no entiendo por qué te has fijado en mi
- ¿ Que por qué me he fijdo en ti ? Porue eres mi diosa, porque te necesito a mi lado, porque deseo cuidarte, porque me hechizaste desde el primer momento en que te vi. Ella significó mucho en miv vida, pero se acabó. Ya no existe nada entre nosotros como no sea algo de tipo comercial. Nada más, y no voy a volver a reptirlo.
¡ Me quiere !.Acaba de decírmelo, pero ¿ por qué yo no la he dicho lo mismo ? Es como si me diera miedo pronunciar esa palabra, y sin embargo daría mi vida por ella. La quiero, si la quiero, pero algo me impide confesarlo. La atraigo hacia mi y vuelvo a besarla. La siento en mi regazo Ella se agarra al borde la bañera y me mira directamente a los ojos con ternura, pidiéndome algo ¿el qué? Las palabras no salen de su boca, que yo beso apasionadamente.Y entre caricias y espuma de sales, hacemos el amor. Y ambos suspiramos al unísono, y yo invoco su nombre como una plegaria, porque es mi diosa del amor, Afrodita. Cómo convencerla que no necesito más. Que ella me satisface en todo. Que el sexo con ella es extraordinario, especial, y yo sé que siente lo mismo que yo. Dulce Anastasia, no sientas celos de nadie porque mis ojos, mi corazón, mi cabeza , son absolutamente tuyos y de nadie mas. Y llegamos al clímax y el éxtasis es enorme. Anastasia grita y yo jadeo fuerte una vez y otra y por fin con un suspiro largo y profundo, ella cae rendida entre mis brazos. Yo la aprieto contra mi pecho con todas mis fuerzas. No quiero que se me escurra, que se me vaya, no quiero perderla. Es mia y siempre lo será. Y yo soy suyo, suyo de verdad como no lo he sido de ninguna otra.
¡ Ana, mi Ana !, la susurro al oido . Ella con los ojos entornados, posa su mano en mi mejilla acariciándome. Trato de retirarle la mano, pero no lo hago; me complace esa caricia suave sobre mi cara. y la dejo hacer. Y esa dulce caricia, ha sido suficiente para que de nuevo la desee; y vuelvo a colmarla de caricias, de besos, de deseos ocultos de pertenecerla y nuevamente nos estimulamos el uno al otro. Y nuevamente vuelvo a acariciar su cuerpo maravilloso y nuevamente le hago el amor, y nuevamente ella me responde de la misma manera, hasta quedar rendidos y exhaustos. Y sólo puedo pronunciar su nombre ¡ Oh Ana!
Al salir de la bañera, la seco como si de una niña se tratara. deseaba hacerlo, mimarla, adorarla. Los días que no la había tenido se me hicieron insufribles. ¿ Tanto la necesito ? ¿Cómo es posible que sienta este "algo" que me está ocurriendo, y que nunca había sentido ? Es una dulce y a la vez desgarradora sensación de no llegar a alcanzar ese sueño tan deseado. ¡ Oh Anastasia, eres una luz cegadora que deslumbra mi alma oscura, y sin embargo ni siquiera deseo parpadear, porque si lo hiciera, tengo la sensación de pérdida, otra vez, como cuando era niño y me sentí abandonado y solo. No quiero esa soledad, quiero tu cuerpo y el mio juntos, para siempre.
Pero a pesar de mis sentimientos hacia ella, hay algo que me impide decírselo. ¿ Es miedo, vergüenza o ignorancia? O quizá todo junto. Pienso que ella necesitará saberlo, al igual que yo he necesitado saber que me quiere. Buscaré la ocasión , pero ahora deseo disfrutar de ella. La veo relajada tumbada sobre mi pecho tranquila después de haber hecho el amor, y siento que me pertenece y que yo la pertenezco a ella, y que no existe nada ni nadie sobre la Tierra, que sólo estamos ella y yo para amarnos y adorarnos mutuamente. Que ésto nuevo y desconocido, me desborda, me empuja hacia ella y no me importa. No me importa que mi vida dependa de una palabra tuya, mi dulce Anastasia.
Autoría: Versión libre de 1996rosafermu( Basada en la novela de E.L.James Cincuenta sombras de Grey)
Fotografías: Internet
DEREC HOS DE AUTOR RESERVADOS
Me encanta,me encanta, me encanta el amor que siente por Ana...lástima que los capítulos son cortitos, aunque releí los libros una y otra vez está historia no me cansa...adoro está pareja
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